Te presto mi Stradivarius, de Gloria Gitaroff
Te presto mi Stradivarius, de Gloria Gitaroff
Te presto mi Stradivarius, de Gloria Gitaroff
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
174<br />
<strong>Gloria</strong> <strong>Gitaroff</strong><br />
Ahora entiendo cuando hablabas <strong>de</strong> cuidarme. Desparramar<br />
alegría tiene un precio, la envidia <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más.<br />
Inés.<br />
Le <strong>de</strong>jé la carta en el escondite <strong>de</strong> siempre y fui a buscar a Andrea<br />
a la escuela. Estuve un rato jugando con ella y en un acto <strong>de</strong> amor a<br />
mí <strong>mi</strong>sma, me fui a dor<strong>mi</strong>r. Un choque <strong>de</strong> trenes <strong>de</strong>ja extenuado a<br />
cualquiera.<br />
Como me dijo una vez Andrés, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> las penas, poco a poco<br />
aparecen las i<strong>de</strong>as. No quería irme <strong>de</strong> la agencia sin pelear. Iba a ir a<br />
ver a Salas. Le iba a <strong>de</strong>cir <strong>mi</strong>re lo que me pasa, <strong>mi</strong>re cómo me han<br />
lastimado.<br />
Me sentí un poco mejor. Haría algo, aunque no diera ningún resultado,<br />
con tal <strong>de</strong> no hacerle el juego al <strong>de</strong>sgraciado <strong>de</strong> Torres. Todos<br />
se iban a enterar <strong>de</strong> su canallada.<br />
Llegaron Jorgelina y Alfonso <strong>de</strong>l colegio y me preguntaron qué me<br />
pasaba. Traté <strong>de</strong> <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> lado el choque <strong>de</strong> trenes, pero no pu<strong>de</strong> evitar<br />
lagrimear. Marina me dijo que no me afligiera si tenía que trabajar<br />
todo el día; ellos se iban a arreglar.<br />
Andrea se acurrucó como un pollito mojado en el fondo <strong>de</strong>l sillón.<br />
—¿Qué te pasa, tesoro?<br />
—Nada, nada me pasa. —me contestó con una trompita <strong>mi</strong>tad triste<br />
y <strong>mi</strong>tad enojada. Le ofrecí que <strong>mi</strong>ráramos juntas el cua<strong>de</strong>rno <strong>de</strong><br />
clase pero siguió seria, hasta que no pudo guardarse por más tiempo<br />
lo que le pasaba.<br />
Jorgelina es una tonta, quiere que trabajes todo el día y no te vea<br />
nunca, y que no vengas a comer con<strong>mi</strong>go —me dijo en un mar <strong>de</strong> lágrimas.<br />
—No llores Andrea no va a hacer falta que trabaje todo el día, yo<br />
siempre te voy a ir a buscar, vení, estudiemos juntas la poesía: “Mi<br />
barrio es como un cuento/ que me sé <strong>de</strong> memoria/ Cada casa en <strong>mi</strong><br />
barrio/me ha contado su historia.”<br />
Después llegó Marina llorando.