08.05.2013 Views

Te presto mi Stradivarius, de Gloria Gitaroff

Te presto mi Stradivarius, de Gloria Gitaroff

Te presto mi Stradivarius, de Gloria Gitaroff

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

<strong>Te</strong> <strong>presto</strong> <strong>mi</strong> <strong>Stradivarius</strong><br />

berto y Haru<strong>mi</strong> se vayan <strong>de</strong> Tokio; ya hace mucho que los <strong>de</strong>jamos<br />

ahí.<br />

—Pero, occi<strong>de</strong>ntal impaciente, ¿cómo querés que se vayan si todavía<br />

nos quedan como veinte sli<strong>de</strong>s <strong>de</strong> Tokio? Hagamos algo con eso.<br />

—Ah, ya sé, nos falta <strong>de</strong>cir algo <strong>de</strong> los restaurantes.<br />

Andrés revolvió una montaña <strong>de</strong> papeles y encontró el nombre<br />

<strong>de</strong> algunas co<strong>mi</strong>das, con la traducción al lado, que nos iban a servir<br />

para el sli<strong>de</strong> <strong>de</strong>l cocinero, y yo dije que hiciéramos que Haru<strong>mi</strong> le recomendaba<br />

a Alberto el menú: primero, sukiyaki y <strong>de</strong>spués, tempuras,<br />

pero Andrés me interrumpió:<br />

—Haru<strong>mi</strong>, no me digas que me vas a dar un guiso, sabés que no lo<br />

puedo ni ver.<br />

—Probá un poco, vas a ver que no es un guiso cualquiera.<br />

Andrés hizo como que lo probaba, y poco a poco la cara se le iba<br />

transformando, y diciendo “stá bueno” se fue a su máquina <strong>de</strong> escribir,<br />

don<strong>de</strong> tecleó, como siempre, con tanta fuerza, que iba agujereando<br />

el papel con cada letra o.<br />

Ya teníamos dos platos y nos faltaba el postre. Yo propuse una<br />

frutita blanca, lee-chee, pero Andrés me dijo que era japonesa, no<br />

china.<br />

Castelli emergió <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su máquina y nos gritó <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la otra punta<br />

<strong>de</strong> la oficina, que él ya tenía el postre: fresco y batata.<br />

Alguien se apareció a la hora <strong>de</strong>l café con un paquetón <strong>de</strong> facturas,<br />

qué festejamos porque ché, que River está por salir campeón, dijo<br />

el generoso, y el gordo Olivero encontró la ocasión justa para <strong>de</strong>cir,<br />

con vos finita:<br />

—¿Para mí, ese paquetito?<br />

Un rato <strong>de</strong>spués Paula vino a buscar una medialuna y a avisar que<br />

tuviéramos cuidado con los festejos porque Salas estaba en nuestro<br />

piso supervisando la marcha <strong>de</strong> la campaña.<br />

Yo no di más y fui a buscarlo. Me acerqué para esperar un momento<br />

propicio y con más aplomo que nadie y yo menos que nadie podía<br />

esperar <strong>de</strong> mí, le dije que me disculpara por abordarlo <strong>de</strong> esa manera,<br />

pero que yo hacía días que le había pedido una entrevista…<br />

Me interrumpió preguntándome si yo era Inés, y como lo era, le<br />

209

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!