08.05.2013 Views

Te presto mi Stradivarius, de Gloria Gitaroff

Te presto mi Stradivarius, de Gloria Gitaroff

Te presto mi Stradivarius, de Gloria Gitaroff

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

188<br />

<strong>Gloria</strong> <strong>Gitaroff</strong><br />

<strong>de</strong> vivir pero no inventar la vida, no andar como Juan siempre a la<br />

búsqueda <strong>de</strong> más vida <strong>de</strong> la que nos tocaba vivir.<br />

—Bueno, ahora contame vos.<br />

—Estoy preocupada por el libro. Andrés y Castelli me apuran para<br />

que lo ter<strong>mi</strong>ne, me dicen que si me quedara algo por <strong>de</strong>cir, iría a otro<br />

libro y si no va, es porque la i<strong>de</strong>a no vale <strong>de</strong>masiado. Están convencidos<br />

<strong>de</strong> que aquí no ter<strong>mi</strong>na la cosa, que voy a seguir escribiendo.<br />

No sé que tengo que hacer.<br />

—Yo tampoco sé que tenés que hacer. A lo sumo sé lo que yo haría.<br />

Creo que publicar es importante y grato. Verlo impreso (¿te acordás<br />

cuando viste tu primer aviso en el diario?) grato como es que la<br />

gente lo lea y te haga comentarios, que lo encuentres en las vidrieras<br />

<strong>de</strong> las librerías…<br />

No te preocupes; nadie mejor que vos va a saber cuando esté ter<strong>mi</strong>nado.<br />

Lo vas a sentir, como sentiste que tenía que tener ese título<br />

y no otro, o como sentiste que tomó forma y los personajes se in<strong>de</strong>pendizaron<br />

y empezaron a <strong>de</strong>cidir por ellos.<br />

Sentí un gran alivio; Juan recuperaba el libro <strong>de</strong> las manos <strong>de</strong> los<br />

<strong>de</strong>más, a quienes yo se lo había entregado.<br />

<strong>Te</strong>nía ganas <strong>de</strong> compartir muchas cosas <strong>de</strong> las que me sucedían<br />

con el libro, pero por pru<strong>de</strong>ncia me contuve. Le dije sin embargo lo<br />

más importante: había perdido la preocupación por la verdad <strong>de</strong> lo<br />

que escribía, <strong>de</strong>scubierto que la realidad era apenas un pretexto para<br />

tejer una historia que hablara <strong>de</strong> lo que yo quería hablar en ese momento<br />

<strong>de</strong> <strong>mi</strong> vida.<br />

—¿<strong>Te</strong> acordás que me dijiste una vez que no confundiera realidad<br />

con literatura? Soy una buena alumna, y ya no la confundo… casi.<br />

—Bien, bien, con que sea verosí<strong>mi</strong>l alcanza. —Juan <strong>mi</strong>ró el reloj.<br />

—Juan, quiero <strong>de</strong>cirte algo más: <strong>mi</strong> libro fue libro cuando vos me<br />

lo dijiste, tomó forma cuando Andrés me dijo…<br />

—… y se va a ter<strong>mi</strong>nar cuando lo <strong>de</strong>cidas. ¿entendido? —Juan le<br />

hizo al mozo la seña universal <strong>de</strong> “haceme la cuenta”.<br />

—No te olvi<strong>de</strong>s, nena que espero que me lo traigas cuando lo publiques.<br />

—Prometido.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!