BOY SCOUTS ALLENDE LOS MARES “MI TOUR ... - The Dump
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El gerente del Paque Zoológio, quien había permitido a los scouts hacer su<br />
campamento, así como su convención allí, dijo que estaba sorprendido por el buen<br />
conocimiento que tenían los scouts de los animales, así como de sus hábitos y de la<br />
parte del mundo que procedían. Y, añadió, aprendieron muy pronto no sólo a conocer<br />
las diferentes llamadas de los pájaros y bestias del zoo al escucharlos por la noche, sino<br />
también a imitarlos tan bien que podían llamar a la mayoría de los animales y hacer que<br />
les respondiesen.<br />
Se que yo mismo lo intenté en el Zoo de Adelaida haciendo el aullido del lobo. Los<br />
lobos comenzaron enseguida a aullar como réplica, y luego se unieron los dingos<br />
(perros salvajes) y los chacales, y esto hizo que las águilas y los buitres empezaran a<br />
chillar y aletear en sus jaulas. Nunca escuchasteis semejante barullo.<br />
Al usar las llamadas de este modo, los acechadores pueden conseguir que los animales<br />
salvajes se acerquen a sus escondites, y de este modo observar sus actos y dibujarlos o<br />
fotografiarlos.<br />
Podéis practicarlo fácilmente en casa mugiendo como una vaca para hacer que los<br />
terneros vengan a lameros la mano, o sostener una conversación con un perro gruñendo<br />
y gimiendo, de modo juguetón y bien-humorado o en plan peleón, para obtener el<br />
mismo tipo de respuesta por parte del perro.<br />
Un muchacho al que se le de bien puede conseguir que le responda un tordo, una<br />
paloma o casi cualquier otro pájaro, y a menudo venga hasta él haciendo su llamada.<br />
Excavaciones de oro<br />
Australia Occidental es bien conocida por sus minas de oro. Hace unos sesenta años un<br />
granjero llamado Margraves vivía cerca de Bathurst, en Nueva Gales del Sur. Había<br />
estado buscando oro en América, y le llamó la atención que parte del terreno de Nueva<br />
Gales del Sur era muy parecido al del territorio de oro de California. Así que partió<br />
hacia las Montañas Azules cerca de Sidney para ver si podía encontrar oro.<br />
La manera de hacer esto es tomar un cuenco de latón, como una palangana llana de<br />
lavar a mano, poner un poco de tierra en él y llenarlo de agua hasta la mitad y<br />
enjuagarla abundantemente mientras se le da vueltas, retirando gradualmente el barro de<br />
la superficie hasta que solo queda la materia más pesada.<br />
El oro, al ser la más pesada de toda, se queda al final, así que cuando terminas de lavar<br />
todo el barro del cuenco los pocos granos de material amarillo que aún quedan son el<br />
polvo de oro.<br />
Pero lleva gran cantidad de trabajo, tiempo y paciencia hasta que puedas recolectar<br />
suficiente “polvo” como para que sea útil.<br />
Cuando Margraves encontró sus primeros granos de polvo de oro le gritó con alegría a<br />
su muchacho “ ¡seré barón, tu serás un caballero, y el viejo caballo será disecado y<br />
metido en una urna de cristal!”<br />
Su descubrimiento llevó a montón de gente al lugar, todos con la esperanza de hacer<br />
fortuna.<br />
Granjeros, tenderos, viejos y muchachos, todos fueron en multitud al lugar, de cualquier<br />
manera posible. Esto es lo que se llama la “fiebre del oro”.<br />
Pero donde un hombre tenía éxito en sus excavaciones, cien fallarían. El oro no se<br />
encuentra en cada palmo del terreno. A menudo tienes que buscar durante semanas y<br />
semanas cribando barro hora tras hora, día tras día, sin encontrar nada.<br />
Y todo el tiempo tienes que comprar comida en algún sitio y debes cocinarla tú mismo y<br />
hacer tu cabaña o refugio, y vigilar que no te roben las cosas y que nadie te roba tu<br />
agujero o “concesión” que es como se le llama.<br />
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