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BOY SCOUTS ALLENDE LOS MARES “MI TOUR ... - The Dump

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Luego llegó la muerte del Emperador.<br />

El Emperador, como sabéis, es en la religión japonesa su Dios además de su gobernante.<br />

Nogi se debía tanto a su Emperador, que cuando este gran hombre murió el General<br />

consideró que no tenía nada más por lo que vivir. De modo que la primera salva de<br />

cañones en saludo al Emperador muerto fue la señal para su fiel soldado para suicidarse<br />

y seguirle.<br />

Al lado del General también estaba su entregada mujer, quien tomó la misma señal para<br />

apuñalarse y seguir a su marido. De esta manera los dos cumplieron con su más alto<br />

sentido del deber, demostrando que el poder de la voluntad y el sentido del deber son<br />

más fuertes que la muerte.<br />

Pero no sólo los japoneses poseen esta maravillosa fortaleza, ya que durante las guerras<br />

de Escocia leímos acerca del mismo tipo de heroísmo durante la batalla de Inverneithie,<br />

la cual tuvo lugar entre los Monárquicos y los Cromwellianos.<br />

Aquí, el cacique Sir Hector Maclean de Duart estaba protegido por su padre adoptivo y<br />

siete hermanastros. Cada uno de estos por turno se dirigieron hacia un punto crítico de<br />

la batalla y se ofrecieron a si mismos en protección de Sir Hector, y todos murieron<br />

sucesivamente al hacerlo.<br />

Es una gran historia de heroísmo y puede leerse en la obra “Waverley” ,en las Novelas<br />

de Waverley, de Sir Walter Scott.<br />

La historia de los cuarenta y siete Ronins<br />

Visité las tumbas de los cuarenta y siete Ronins en Tokio. Todos los muchachos<br />

japoneses conocen la historia de los cuarenta y siete Ronins, así que os la contaré.<br />

Un noble japonés llamado Takumi-no-Kami estaba siendo insultado continuamente por<br />

otro noble llamado Kotsuke-no-Suke.<br />

Takumi mantuvo sus nervios hasta un día en que se encontraron en el palacio del<br />

Emperador y Kotsuke de nuevo insultó a Takumi más que nunca.<br />

Esta vez Takumi cedió al enfado, y desenvainando su espada retó a Kotsuke a luchar.<br />

Pero Kotsuke, como a la mayoría de los matones, no le gustaba esto, y corrió para salvar<br />

su vida, pidiendo auxilio a gritos, con Takumi tras él.<br />

Otros hombres se interpusieron y detuvieron a Takumi y lo arrestaron, porque iba contra<br />

la ley armar ningún alboroto en el palacio del Emperador, siendo la muerte la pena por<br />

ello.<br />

Para un noble era tal vergüenza ser ejecutado que se le permitía por ello quitarse la vida<br />

a sí mismo en su lugar. Esto se hacía siempre con gran ceremonia y de un determinado<br />

modo, esto es, el condenado debía cumplir con un programa prefijado antes de reunirse<br />

con otros nobles, y finalmente abrirse el estómago y así matarse en su presencia. Esta<br />

auto-ejecución se denomina hara-kiri.<br />

Así que Takumi tuvo que hacerse el hara-kiri, pero todo el mundo lo lamentó porque era<br />

un hombre valiente. Fue enterrado en un campo sagrado de Takanawa, cerca de Tokio.<br />

Pero sus propios criados particulares, cuarenta y siete de ellos, le tenían tanto apego y se<br />

enojaron tanto a su muerte que juraron vengarse matando a Kotsuke.<br />

Esto llegó a oídos de Kotsuke, y éste mantuvo vigilados cuidadosamente a los hombres<br />

mediante espías de modo que supiera enseguida cuando fueran a atacarle, y apostó a<br />

fuertes guardias por toda su casa para protegerle.<br />

La astucia de Kowanosoke<br />

Con la muerte de su señor, los cuarenta y siete pasaron a ser Ronins, es decir<br />

trotamundos o aventureros, sin un verdadero líder. Sin embargo, ellos eligieron como<br />

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