09.05.2013 Views

el_deseado_de_todas_las_gentes1.pdf (3 MB) - Webnode

el_deseado_de_todas_las_gentes1.pdf (3 MB) - Webnode

el_deseado_de_todas_las_gentes1.pdf (3 MB) - Webnode

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

“A MI PADRE Y A VUESTRO PADRE” 1001<br />

Cristo había estado en <strong>el</strong> mundo durante treinta y tres<br />

años; había soportado sus escarnios, insultos y bur<strong>las</strong>;<br />

había sido rechazado y crucificado. Ahora, cuando estaba<br />

por ascen<strong>de</strong>r al trono <strong>de</strong> su gloria —mientras pasaba<br />

revista a la ingratitud d<strong>el</strong> pueblo que había venido a<br />

salvar— ¿no les retirará su simpatía y amor? ¿No se<br />

concentrarán sus afectos en aqu<strong>el</strong> reino don<strong>de</strong> se le<br />

aprecia y don<strong>de</strong> los áng<strong>el</strong>es sin pecado esperan para<br />

cumplir sus ór<strong>de</strong>nes? —No; su promesa a los amados a<br />

quienes <strong>de</strong>ja en la tierra es: "Yo estoy con vosotros todos<br />

los días, hasta <strong>el</strong> fin d<strong>el</strong> mundo." (Mateo 28: 20)<br />

Al llegar al monte <strong>de</strong> <strong>las</strong> Olivas, Jesús condujo al grupo<br />

a través <strong>de</strong> la cumbre, hasta llegar cerca <strong>de</strong> Betania. Allí<br />

se <strong>de</strong>tuvo y los discípulos le ro<strong>de</strong>aron. Rayos <strong>de</strong> luz<br />

parecían irradiar <strong>de</strong> su semblante mientras los miraba con<br />

amor. No los reprendió por sus faltas y fracasos; <strong>las</strong><br />

últimas palabras que oyeron <strong>de</strong> los labios d<strong>el</strong> Señor fueron<br />

palabras <strong>de</strong> la más profunda ternura. Con <strong>las</strong> manos<br />

extendidas para ben<strong>de</strong>cirlos, como si quisiera asegurarles<br />

su cuidado protector, ascendió lentamente <strong>de</strong> entre <strong>el</strong>los,<br />

atraído hacia <strong>el</strong> ci<strong>el</strong>o por un po<strong>de</strong>r más fuerte que<br />

cualquier atracción terrenal. Y mientras él [771] subía, los<br />

discípulos, llenos <strong>de</strong> reverente asombro y esforzando la<br />

vista, miraban para alcanzar la última vislumbre <strong>de</strong> su<br />

Salvador que ascendía. Una nube <strong>de</strong> gloria le ocultó <strong>de</strong> su<br />

vista; y llegaron hasta <strong>el</strong>los <strong>las</strong> palabras: "He aquí, yo estoy<br />

con vosotros todos los días, hasta <strong>el</strong> fin d<strong>el</strong> mundo,"<br />

mientras la nube formada por un carro <strong>de</strong> áng<strong>el</strong>es le<br />

recibía. Al mismo tiempo, flotaban hasta <strong>el</strong>los los más<br />

dulces y gozosos acor<strong>de</strong>s d<strong>el</strong> coro c<strong>el</strong>estial.<br />

Mientras los discípulos estaban todavía mirando hacia<br />

arriba, se dirigieron a <strong>el</strong>los unas voces que parecían como<br />

la música más m<strong>el</strong>odiosa. Se dieron vu<strong>el</strong>ta, y vieron a dos

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!