09.05.2013 Views

el_deseado_de_todas_las_gentes1.pdf (3 MB) - Webnode

el_deseado_de_todas_las_gentes1.pdf (3 MB) - Webnode

el_deseado_de_todas_las_gentes1.pdf (3 MB) - Webnode

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

“HEMOS HALLADO AL MESÍAS” 141<br />

no <strong>las</strong> comprendían plenamente. ¿Qué significaba <strong>el</strong><br />

nombre que Juan le había dado: "Cor<strong>de</strong>ro <strong>de</strong> Dios"? Juan<br />

mismo no lo había explicado.<br />

Dejando a Juan, se fueron en pos <strong>de</strong> Jesús. Uno <strong>de</strong><br />

<strong>el</strong>los era Andrés, hermano <strong>de</strong> Simón; <strong>el</strong> otro Juan, <strong>el</strong> que<br />

iba a ser <strong>el</strong> evang<strong>el</strong>ista. Estos fueron los primeros<br />

discípulos <strong>de</strong> Cristo. Movidos por un impulso irresistible,<br />

siguieron a Jesús, ansiosos <strong>de</strong> hablar con él, aunque<br />

asombrados y en silencio, abrumados por <strong>el</strong> significado d<strong>el</strong><br />

pensamiento: "¿Es éste <strong>el</strong> Mesías?"<br />

Jesús sabía que los discípulos le seguían. Eran <strong>las</strong><br />

primicias <strong>de</strong> su ministerio, y había gozo en <strong>el</strong> corazón d<strong>el</strong><br />

Maestro divino al ver a estas almas respon<strong>de</strong>r a su gracia.<br />

Sin embargo, volviéndose, les preguntó: "¿Qué buscáis?"<br />

Quería <strong>de</strong>jarlos libres para volver atrás, o para expresar su<br />

<strong>de</strong>seo.<br />

Ellos eran conscientes <strong>de</strong> un solo propósito. La<br />

presencia <strong>de</strong> Cristo llenaba su pensamiento. Exclamaron:<br />

"Rabbí, . . . ¿dón<strong>de</strong> moras?" En una breve entrevista, a<br />

oril<strong>las</strong> d<strong>el</strong> camino, no podían recibir lo que anh<strong>el</strong>aban.<br />

Deseaban estar a so<strong>las</strong> con Jesús, sentarse a sus pies, y<br />

oír sus palabras.<br />

"Díc<strong>el</strong>es: Venid y ved. Vinieron, y vieron don<strong>de</strong> moraba,<br />

y quedáronse con él aqu<strong>el</strong> día."<br />

Si Juan y Andrés hubiesen estado dominados por <strong>el</strong><br />

espíritu incrédulo <strong>de</strong> los sacerdotes y gobernantes, no se<br />

habrían presentado como discípulos a los pies <strong>de</strong> Jesús.<br />

Habrían venido a él como críticos, para juzgar sus<br />

palabras. Muchos cierran así la puerta a <strong>las</strong> oportunida<strong>de</strong>s<br />

más preciosas. No sucedió así con estos primeros<br />

discípulos. Habían respondido al llamamiento d<strong>el</strong> Espíritu

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!