09.05.2013 Views

el_deseado_de_todas_las_gentes1.pdf (3 MB) - Webnode

el_deseado_de_todas_las_gentes1.pdf (3 MB) - Webnode

el_deseado_de_todas_las_gentes1.pdf (3 MB) - Webnode

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

EN EL TRIBUNAL DE PILATO 889<br />

"Cualquiera que se hace rey —continuaron,— a César<br />

contradice." Esto tocaba a Pilato en un punto débil. Era<br />

sospechoso para <strong>el</strong> gobierno romano y sabía que un<br />

informe tal le arruinaría. Sabía que si estorbaba a los<br />

judíos, volverían su ira contra él. Nada <strong>de</strong>scuidarían para<br />

lograr su venganza. Tenía d<strong>el</strong>ante <strong>de</strong> sí un ejemplo <strong>de</strong> la<br />

persistencia con que buscaban la vida <strong>de</strong> Uno a quien<br />

odiaban sin razón.<br />

Pilato tomó entonces su lugar en <strong>el</strong> sitial d<strong>el</strong> tribunal, y<br />

[687] volvió a presentar a Jesús al pueblo diciendo: "He<br />

aquí vuestro Rey." Volvió a oírse <strong>el</strong> furioso clamor: "Quita,<br />

quita crucifícale." Con voz que fue oída lejos y cerca,<br />

Pilato preguntó: " ¿A vuestro Rey he <strong>de</strong> crucificar?" Pero<br />

labios profanos y b<strong>las</strong>femos pronunciaron <strong>las</strong> palabras: "No<br />

tenemos rey sino a César."<br />

Al escoger así a un gobernante pagano, la nación judía<br />

se retiraba <strong>de</strong> la teocracia. Rechazaba a Dios como su<br />

Rey. De ahí en ad<strong>el</strong>ante no tendría libertador. No tendría<br />

otro rey sino a César. A esto habían conducido al pueblo<br />

los sacerdotes y maestros. Eran responsables <strong>de</strong> esto y<br />

<strong>de</strong> los temibles resultados que siguieron. El pecado <strong>de</strong><br />

una nación y su ruina se <strong>de</strong>bieron a sus dirigentes<br />

r<strong>el</strong>igiosos.<br />

"Y viendo Pilato que nada ad<strong>el</strong>antaba, antes se hacia<br />

más alboroto, tomando agua se lavó <strong>las</strong> manos d<strong>el</strong>ante d<strong>el</strong><br />

pueblo, diciendo: Inocente soy yo <strong>de</strong> la sangre <strong>de</strong> este<br />

justo: veréislo vosotros." Con temor y con<strong>de</strong>nándose a si<br />

mismo, Pilato miró al Salvador. En <strong>el</strong> vasto mar <strong>de</strong> rostros<br />

vu<strong>el</strong>tos hacia arriba, <strong>el</strong> suyo era <strong>el</strong> único apacible. En<br />

<strong>de</strong>rredor <strong>de</strong> su cabeza parecía resplan<strong>de</strong>cer una suave<br />

luz. Pilato dijo en su corazón: Es un Dios. Volviéndose a<br />

la multitud, <strong>de</strong>claró: Limpio estoy <strong>de</strong> su sangre, tomadle y<br />

crucificadle. Pero notad, sacerdotes y príncipes, que yo lo

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!