09.05.2013 Views

el_deseado_de_todas_las_gentes1.pdf (3 MB) - Webnode

el_deseado_de_todas_las_gentes1.pdf (3 MB) - Webnode

el_deseado_de_todas_las_gentes1.pdf (3 MB) - Webnode

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

DÍAS DE CONFLICTO 85<br />

guardan sus testimonios, y con todo <strong>el</strong> corazón le buscan:<br />

pues no hacen iniquidad los que andan en sus caminos."<br />

(Salmo 119: 9, 11, 1-3, 14-16)<br />

Cuando le preguntaban por qué no participaba en <strong>las</strong><br />

diversiones <strong>de</strong> la juventud <strong>de</strong> Nazaret, <strong>de</strong>cía: Escrito está:<br />

"Heme gozado en <strong>el</strong> camino <strong>de</strong> tus testimonios, como<br />

sobre toda riqueza. En tus mandamientos meditaré,<br />

consi<strong>de</strong>raré tus caminos. Recrearéme en tus estatutos: no<br />

me olvidaré <strong>de</strong> tus palabras." (Salmo 119: 9,11, 1-3, 14-16)<br />

Jesús no contendía por sus <strong>de</strong>rechos. Con frecuencia<br />

su trabajo resultaba innecesariamente penoso porque era<br />

voluntario y no se quejaba. Sin embargo, no <strong>de</strong>smayaba ni<br />

se <strong>de</strong>sanimaba. Vivía por encima <strong>de</strong> estas dificulta<strong>de</strong>s,<br />

como en la luz d<strong>el</strong> rostro <strong>de</strong> Dios. No ejercía represalias<br />

cuando le [69] maltrataban, sino que soportaba<br />

pacientemente los insultos. Repetidas veces se le<br />

preguntaba: ¿Por qué te sometes a tantos <strong>de</strong>sprecios, aun<br />

<strong>de</strong> parte <strong>de</strong> tus hermanos? Escrito está, <strong>de</strong>cía: "Hijo mío,<br />

no te olvi<strong>de</strong>s <strong>de</strong> mi ley; y tu corazón guar<strong>de</strong> mis<br />

mandamientos: porque largura <strong>de</strong> días, y años <strong>de</strong> vida y<br />

paz te aumentarán. Misericordia y verdad no te<br />

<strong>de</strong>samparen; áta<strong>las</strong> a tu cu<strong>el</strong>lo, escríb<strong>el</strong>as en la tabla <strong>de</strong> tu<br />

corazón: y hallarás gracia y buena opinión en los ojos <strong>de</strong><br />

Dios y <strong>de</strong> los hombres." (Proverbios 3: 1-4)<br />

Des<strong>de</strong> <strong>el</strong> tiempo en que los padres <strong>de</strong> Jesús le<br />

encontraron en <strong>el</strong> templo, su conducta fue un misterio para<br />

<strong>el</strong>los. No quería entrar en controversia; y, sin embargo, su<br />

ejemplo era una lección constante. Parecía puesto aparte.<br />

Hallaba sus horas <strong>de</strong> f<strong>el</strong>icidad cuando estaba a so<strong>las</strong> con<br />

la naturaleza y con Dios. Siempre que podía, se apartaba<br />

d<strong>el</strong> escenario <strong>de</strong> su trabajo, para ir a los campos a meditar<br />

en los ver<strong>de</strong>s valles, para estar en comunión con Dios en<br />

la la<strong>de</strong>ra <strong>de</strong> la montaña, o entre los árboles d<strong>el</strong> bosque. La

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!