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EL QUIJOTE - Universidad de Castilla-La Mancha

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LOS CLÁSICOS EN LA ENSEÑANZA D<strong>EL</strong> ESPAÑOL<br />

importante <strong>de</strong> las letras españolas. Cervantes se llama asimismo el Instituto<br />

que representa a nuestro idioma en el mundo. ¿Hay, entonces, que<br />

justificar la relación entre los clásicos y la enseñanza <strong>de</strong>l español? Lo<br />

mismo podríamos <strong>de</strong>cir <strong>de</strong> los otros gran<strong>de</strong>s mitos literarios, símbolos <strong>de</strong><br />

nuestra cultura y <strong>de</strong> nuestra lengua, con Don Juan, <strong>La</strong> Celestina y<br />

Segismundo, aunque en menor medida.<br />

3. LA REALIDAD, LA LITERATURA, LA LENGUA Y <strong>EL</strong> PERSPECTIVISMO<br />

<strong>La</strong>s palabras tiene distintos significados en diferentes contextos, y<br />

según quién habla y quién escucha, como es sabido. <strong>La</strong> comunicación es<br />

un problema grave, incluso entre individuos <strong>de</strong> la misma clase social,<br />

pareja formación cultural y semejante disposición intelectual. Y es así,<br />

porque <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>n <strong>de</strong> la vida, <strong>de</strong> las experiencias personales <strong>de</strong> cada uno,<br />

que, con frecuencia, no son semejantes a las <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más. Hay que<br />

ponerse en el lugar <strong>de</strong>l otro para enten<strong>de</strong>rle o, al menos, intentarlo; <strong>de</strong> otro<br />

modo, es imposible hacerlo. Cuando la diferencia social, intelectual,<br />

cultural, económica, religiosa y racial es gran<strong>de</strong>, las dificulta<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la<br />

comunicación aumentan hasta extremos a veces imposibles <strong>de</strong> penetrar.<br />

Por eso, el idioma <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>, sustancialmente, <strong>de</strong> la vida para que la<br />

comunicación exista. No significa lo mismo mesa para un español que para<br />

un chino o un masai, pero tampoco significa lo mismo mesa redonda para<br />

un profesor madrileño que para un labrador <strong>de</strong> su provincia, pues el<br />

primero la entien<strong>de</strong> como un <strong>de</strong>bate y el segundo como lo que el objeto que<br />

es. Todo <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> la experiencia vital <strong>de</strong> cada persona. Su lenguaje va<br />

unido a su vida. <strong>La</strong> mayor parte <strong>de</strong> los casos, implican una carencia para<br />

los menos cultos, que difícilmente pue<strong>de</strong>n enten<strong>de</strong>r lo que se sale <strong>de</strong> su<br />

ámbito <strong>de</strong> experiencia: enseñar a un campesino <strong>de</strong> cierta edad a manejar<br />

un or<strong>de</strong>nador es prácticamente imposible, porque no entien<strong>de</strong> ni el aparato,<br />

ni las palabras ni los conceptos. Pero no siempre esa experiencia va en<br />

<strong>de</strong>trimento <strong>de</strong>l menos culto, porque cuando se trata <strong>de</strong> anotar textos<br />

clásicos, a veces llenos <strong>de</strong> términos campesinos, dada la cultura en que<br />

nacieron, suce<strong>de</strong> al revés, y es el culto <strong>de</strong> la ciudad el que no lo entien<strong>de</strong>.<br />

El comienzo <strong>de</strong>l Quijote, por ejemplo, «en un lugar <strong>de</strong> <strong>La</strong> <strong>Mancha</strong> <strong>de</strong><br />

cuyo nombre no quiero acordarme», usa el término lugar como “pueblecito<br />

sin jurisdicción propia”, como “pequeña al<strong>de</strong>a”, lo que pue<strong>de</strong> ser un<br />

obstáculo para muchos españoles urbanos <strong>de</strong> hoy, pero no para cualquier<br />

labrador <strong>de</strong>l viejo reino <strong>de</strong> Toledo, para cualquier individuo <strong>de</strong> mi pueblo,<br />

por ejemplo, <strong>de</strong> Los Navalucillos, en Los Montes <strong>de</strong> Toledo, que incluso<br />

ahora se refiere a él como lugar; y si yo me encuentro con uno <strong>de</strong> mis<br />

paisanos en Madrid, pongamos por caso, es muy posible que me diga:<br />

¿vas al lugar? o ¿hace mucho que no vas al lugar? Y digo esto porque un<br />

ilustre académico, editor único y solo <strong>de</strong>l Quijote, explicó en el programa<br />

televisivo <strong>de</strong> Sánchez Dragó precisamente la palabra lugar como ejemplo<br />

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