primera parte pag 1-45 - NetDealer

simples, las cosas que uno ve por la
ventana por la noche, después de la
cena, o cuando uno se levanta por la
mañana. Las cosas que hueles
cuando se sale a la puerta en
verano, o cuando el sol pinta los
pastos de marrón. Las cosas que
oyes cuando estás con los caballos o
cargando el heno y no te das cuenta.
Cosas como el rocío del pasto en la
primavera. Cosas como el mirar las
mieses fecundas, creciendo,
doblándose por la brisa. Cosas como
ver el sudor que sale en el flanco de
tu caballo, brillando como la seda y
con olor a cabello y a fuerza. Cosas
como una casa… No hay cosas
como esas por aquí, Bess…
BESS.- Cada cosa en su lugar,
John. Los muertos tienen el suyo.
JOHN.- Mi lugar es la tierra,
Bess. Mi lugar es sobre la tierra y no
debajo. Caí en una trampa que me
destrozó. No soy muy inteligente,
Bess. Me agarraron fácilmente…
Pero ahora comprendo…. Todas
esas cosas que están, que están
sobre la tierra, no pudimos
saborearlas, vivirlas, por que no
éramos libres. Nos tuvieron siempre
bajo mandos y prohibiciones…
Como ves, ahora puedo hablar…
Tengo algunas cosas que comunicar
a los hombres del campo antes de
que me vaya… y se las voy a decir.
BESS.- Podríamos enterrarte
cerca de casa, John, al lado del
riachuelo. Ahí todo esta fresco y
tranquilo. Siempre corre la brisa
entre los árboles.
JOHN.- Pronto, si esta guerra
sigue, ni esos árboles habrán. Los
usaran para hacer cruces… No,
Bess, no me dejaré enterrar… Mas
tarde, quizás, cuando este lleno de
mirar, de oler, de hablar… Un
hombre debería ir solo a la tumba,
no llevado.
BESS.- Cómo nos vamos a sentir
yo y el chico, sabiendo que tu vas
por ahí como… como…
JOHN.- No te voy a molestar…
No me acercaré a ti…
BESS.- Es lo mismo. Sabiendo…
JOHN.- No puedo evitarlo. Es
algo más grande que tú, más grande
que yo. Es algo que ha crecido en la
tierra, como… como un árbol o una
flor. El ansia de libertad, dormida y
pisoteada cunado vivíamos…
Córtala ahora y saldrá en cien
lugares. No puedes detenerla. La
tierra se ha preparado para esto…
BESS.- Fuíste un buen marido,
John. Por el chico, por mi… ¿no
querrías?
JOHN.- Ve a casa, Bess. Ve a
casa.
(La escena se oscurece de golpe y
al encenderse nuevamente ilumina
al muerto 5º, soldado Levy. Esta de
espaldas al público. Su mujer esta
detrás, de frente a él).
JOAN.- Me quisiste mas que a
todas, ¿no es cierto, Henry? Mas
que a todas las mujeres que quisiste,
¿no es cierto?
LEVY.- Que importa ahora.
JOAN.- Quiero saberlo.
LEVY.- No interesa.
JOAN.- A mi sí me interesa. Yo
supe lo de otras. Lo de Doris, lo de
Janet. Henry, ¿tu no estas vivo, no es
cierto?
LEVY.- No, estoy atravesado por
las balas.
JOAN.- ¿Las batallas son
siempre en el barro como aquí?
Nunca esperé que fuera como esto.
Parece un vaciadero de basura.
LEVY.- Tienes los zapatos
embarrados, Joan. Son lindos
zapatos.
JOAN.- Te parece, Henry. Son de
lagarto. A mi también me gustan
mucho. Es tan difícil conseguir un
buen par de zapatos hoy en día.
LEVY.- ¿Bailas todavía, Joan?
JOAN.- Oh, ahora estoy mucho
mejor que antes. Hay tantos bailes
hoy en día. Bailes para los
huérfanos, para los convalecientes,
bonos para la victoria. Estoy
ocupada las siete noches de la
semana. Vendí más bonos para la
victoria que cualquier otra chica. En
la liga me regalaron un casco… un
casco de “los otros”… uno con un
agujero de bala por haber vendido
bonos por más de 11.000 dólares.
LEVY.- Aquí los tenemos por
nada, a millones… con agujeros de
bala y todo.
JOAN.- No hables tan
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