13.05.2013 Views

primera parte pag 1-45 - NetDealer

primera parte pag 1-45 - NetDealer

primera parte pag 1-45 - NetDealer

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

muchacho, no tendrás paz así. Por<br />

favor, déjalos…<br />

DEAN.- No, mamá.<br />

MADRE.- Entonces déjame ver<br />

tu cara, una sola vez, para que<br />

pueda recordarla…<br />

DEAN.- Mamá, la granada<br />

explotó al lado mió. Usted no<br />

querría ver a un hombre cuando<br />

una granada explotó cerca de el.<br />

MADRE.- Déjame ver tu cara<br />

Jimmy…<br />

DEAN.- Muy bien, mamá, mire.<br />

(Lentamente se vuelve hacia la<br />

madre. El público no ve su cara,<br />

pero de pronto una luz blanca<br />

dirigida desde abajo da sobre la<br />

cabeza de Dean.. La Madre se<br />

inclina hacia delante. Desde un<br />

costado otra luz da como un balazo<br />

sobre la cabeza de Dean.<br />

Inmediatamente otro foco más. Se<br />

hace un silencio y poco a poco la<br />

madre comienza a gemir. Se da<br />

vuelta hacia atrás y de a poco llega<br />

a un grito desesperado, se a<strong>pag</strong>a la<br />

luz mientras sigue el grito hasta que<br />

la madre desaparece).<br />

(Al iluminarse la escena, una luz<br />

ilumina al muerto3º, Webster. Esta<br />

con el su mujer: Martha. Ella es<br />

triste y vacía).<br />

MARTHA.- Dí algo.<br />

WEBSTER.- ¿Qué quieres que<br />

diga?<br />

MARTHA.- Algo…Cualquier<br />

cosa. Sólo te pido que hables… Me<br />

dan escalofríos de estar parada aquí<br />

como….<br />

WEBSTER.- Ni aún ahora,<br />

después de esto, hay nada que<br />

podamos hablar entre nosotros.<br />

MARTHA.- No hables de eso<br />

ahora, ya hablaste demasiado<br />

cuando estuviste vivo… Yo no tengo<br />

la culpa de que estés muerto…<br />

WEBSTER.- No.<br />

MARTHA.- Ya fue bastante<br />

mientras estuviste vivo. No me<br />

hablabas y siempre me mirabas<br />

como si te estuviera estorbando en<br />

el camino.<br />

WEBSTER.- Martha, Martha,<br />

¡Que interesa eso ahora?<br />

MARTHA.- Quería que lo<br />

supieras. Supongo que ahora vas a<br />

volver para terminar de arruinar mi<br />

página 82<br />

vida.<br />

WEBSTER.- No, no voy a volver.<br />

MARTHA.- ¿Entonces?<br />

WEBSTER.- No te lo podría<br />

explicar Martha.<br />

MARTHA.- No, no se lo puedes<br />

explicar a tu mujer. Pero se lo<br />

podrías explicar a esa barra de<br />

haraganes sucios en tu maldito<br />

garage. Se lo podrías explicar a esos<br />

borrachos holgazanes del bar.…<br />

WEBSTER.- Creo que si. Las<br />

cosas me parecían mucho mas claras<br />

cuando hablaba con los muchachos<br />

en el trabajo, robándole tiempo al<br />

horario. Y me las arreglaba para<br />

hacerme entender por la gente del<br />

bar. Era lindo estar parado allí, el<br />

sábado por la noche, con un vaso de<br />

cerveza en la mano y con dos o tres<br />

tipos al lado, que te entendían y que<br />

hablaban el mismo lenguaje que<br />

uno… haciéndonos la ilusión que<br />

hablábamos de lo que queríamos,<br />

cuando en realidad hablábamos de<br />

lo que nos ponían por delante…<br />

Hablábamos del último partido de<br />

baseball, o del nuevo sistema que<br />

Ford empleaba en sus coches, o si<br />

íbamos a entrar en guerra…<br />

MARTHA.- Seria diferente si<br />

hubieras nacido rico y hubieras<br />

tenido una vida linda y cómoda a la<br />

que querrías volver. Entonces<br />

comprendería. Pero fuiste pobre…<br />

siempre tenias roñas debajo de las<br />

uñas, nunca comiste lo suficiente,<br />

me odiabas a mí, a tu mujer, no<br />

podías estar en la misma pieza<br />

conmigo… no, no lo niegues, yo lo<br />

sé. De toda tu vida lo único que<br />

recuerdas con cariño, es el vaso de<br />

cerveza que bebías el sábado por la<br />

noche…<br />

WEBSTER.- No me dí cuenta<br />

entonces, pero me parecía que era<br />

feliz en esos momentos.<br />

MARTHA.- Fuiste feliz en esos<br />

momentos, pero no lo fuiste en tu<br />

propio hogar. Lo sé, aunque tú no lo<br />

digas. Bien, yo tampoco fui feliz<br />

viviendo en esas malditas piezas<br />

roñosas que el sol no calentaba ni<br />

tres días al año. Viendo cómo las<br />

chinches hacían su picnic en las<br />

paredes. Feliz.<br />

WEBSTER.- Yo hice lo que<br />

Teatro

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!