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1925-1927: del Diccionario Usual y del Diccionario - Departamento ...

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campos <strong>del</strong> vocabulario técnico, sabemos que en la 14ª ed. (RAE 1914), aunque con menos<br />

intensidad, continúa la incorporación de voces técnicas 23 :<br />

DRAE 1899 1914 <strong>1925</strong><br />

Electricidad 67 37 94<br />

Ferrocarril 25 14 43<br />

Fotografía 25 10 34<br />

Enología 27 25 67<br />

Pero como se observa en la tabla 24 , es la 15ª ed. (RAE <strong>1925</strong>) la que marca la diferencia<br />

respecto a las dos ediciones anteriores. Y es que en este primer cuarto <strong>del</strong> s. XX la conciencia<br />

sobre la necesidad de afrontar la cuestión <strong>del</strong> léxico de la ciencia y de la técnica va en<br />

aumento. Así, en este periodo se incorporan a la Academia Daniel de Cortázar (1899) 25 , José<br />

Rodríguez Carracido (1908) 26 y Leonardo Torres Quevedo (1920).<br />

Los tres mantienen su presencia en el BRAE en estos años. Son interesantes, por ejemplo, las<br />

contribuciones de Cortázar en una sección titulada “El purismo”, en la que declaraba:<br />

Cierto que nadie ha de sospechar voy a oponerme a la adopción de necesarios neologismos, principalmente<br />

técnicos, pues tengo dicho hace largo tiempo que de la nomenclatura de las ciencias puras y aplicadas proceden<br />

principalmente las palabras nuevas con que hoy se aumenta el caudal de las lenguas vivas. Mi intento es criticar<br />

las voces y giros exóticos, con los cuales se vicia, innecesariamente, el habla castellana. (Cortázar 1914: 39)<br />

A esta declaración de principios se pueden sumar las palabras de Rodríguez Carracido quien,<br />

también en el BRAE, en una sección llamada “Vocablos incorrectos”, abunda en esta idea<br />

para establecer la postura de la Academia ante los neologismos científicos:<br />

Aunque la Academia estima que debe ser, no materia preferente, sino única <strong>del</strong> contenido de su <strong>Diccionario</strong> la<br />

definición de las voces de uso vulgar, no puede excluir en absoluto las técnicas cuando éstas salen <strong>del</strong> círculo de<br />

los especialistas al generalizarse su empleo, por la gran transcendencia de los conceptos científicos o por la<br />

común aplicación de nuevos objetos e inventos a que los neologismos se refieren, pasando entonces a ser<br />

vulgares las palabras antes técnicas.<br />

23 Es interesante la anécdota de que en la presentación de esta edición, la Reina citara las voces automóvil y<br />

aeroplano como ejemplo de voces nuevas afincadas en el español (BRAE I/1914: 618).<br />

24 Los datos están extraídos de Moreno (1995) para el léxico de la electricidad, Rodríguez Ortiz (1997) para el<br />

ferrocarril, Gállego (1999) para la fotografía, y Bajo Santiago (1999) para la enología.<br />

25 Es interesante la referencia que incluye la Enciclopedia Espasa (VV. AA. 1908-1930: s.v. Cortázar): “Antes<br />

de pertenecer á la docta corporación había presentado más de 14.000 cédulas de enmiendas, supresiones ó<br />

adiciones á la duodécima edición <strong>del</strong> <strong>Diccionario</strong> de la misma, trabajo verdaderamente notable si se tiene en<br />

cuenta que las papeletas iban acompañadas siempre de la exposición de motivos y con múltiples citas de obras y<br />

autores que sirvieron de antecedentes. Así es como Cortázar consiguió en gran parte limpiar de extranjerismos<br />

nuestro <strong>Diccionario</strong>, especialmente en su parte científica, con lo que ganó en buena lid su ingreso en la<br />

Academia Española”. En efecto, <strong>del</strong> trabajo de Cortázar se benefician sobre todo la 12 ª ed. (RAE 1884) y la 13ª<br />

(RAE 1899), como se declara en la extensa necrológica que Menéndez Pidal (<strong>1927</strong>: 14) dedica a este autor,<br />

aunque en las actas de la Academia hay constancia repetida de la intervención de Cortázar en las sesiones de<br />

trabajo para la revisión de la 15ª ed. (RAE <strong>1925</strong>): (actas 18/03/1915; 14/04/1915; 23/04/1915; 06/05/1915;<br />

04/05/1916; etc.).<br />

26 Su discurso de incorporación se titula “Valor de la literatura científica hispanoamericana” (Rodríguez<br />

Carracido 1964), en el que repasa los autores y los textos que en referencia a la ciencia se escriben en América,<br />

en un discurso que combina ciencia y lengua, y que a la vez exhorta a los americanos a mantener los vínculos<br />

científicos y lingüísticos con España. Para más información sobre Rodríguez Carracido, puede consultarse López<br />

Piñero / Glick / Navarro / Portela (1983: s. v. Rodríguez Carracido) y Zamora Vicente (1999: 181-182).

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