Descargar PDF - Fondo Editorial del Caribe / Anzoátegui
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Nicomedes , el vuelo de un alcatraz<br />
El 5 de julio, al aproximarse al templo de aguas donde ofició La<br />
Piedra y su rara e indescifrable escritura, quiso hacer el rito de rigor,<br />
y al ponerse de pie para la ofrenda, no estaba La Piedra; tampoco el<br />
lujoso yate ni el remolcador-grúa, ni las miradas estiradas de oscuro,<br />
ocultas tras larga-vistas.<br />
Aún cojeando y con buen tiempo, llegó Cipriano a La Borracha. Se<br />
alegró de ver a Ana Margarita, a cuyos pies está anclado el bote,<br />
más manojitos de algas y hojas frescas de bora. Sentía la necesidad<br />
entrañable de abrazarlo, palpar la arcana humanidad y ver sus dos<br />
botones, cuya luz ausente se le mudó a otros lugares, en la geografía<br />
de su cuerpo, y escuchar aquella voz que suena al hondo de las cosas.<br />
“Olvidé traele el aceite de coco”, se dijo a sí mismo. Observa cenizas<br />
de tabaco de pipa, varias huellas en la proximidad <strong>del</strong> aposento.<br />
Siguió llamándolo con fuerza y el lejos no hacía si no prolongar<br />
su voz, y al acercarse, el alcatraz que posa sobre la cabeza de Ana<br />
Margarita levantó el vuelo hacia el azul intenso, como nunca lo haría<br />
un alcatraz, y al acercarse a la pétrea mitad de Nicomedes, se dio<br />
cuenta que el garrote de mangle, que era para el anciano sagrado<br />
báculo, estaba en el interior <strong>del</strong> bote. Continuó buscándolo, cantando<br />
su nombre, sin melodía, a capella, mientras el coro de albatros,<br />
gaviotas y tigüitigüitos, le acompañaban, haciendo contrapunto.<br />
El 3 de mayo, cuando los luceros bordan La Cruz sobre el esternón<br />
<strong>del</strong> firmamento, en la Capilla de los Pescadores, a casi un año de<br />
su vuelo, al entregársele la rosa, en el canto ritual <strong>del</strong> galerón, esa<br />
noche, dos grandes gotas de onoto, mirando el madero atravesado<br />
y con la garganta agrietada, más la voz partida, Cipriano ofrendó así:<br />
Ruego a la Cruz Milagrosa<br />
de todo aquel que sienta ser niño<br />
convierta en espléndida y roja rosa<br />
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