HANNAH ARENDT - Prisa Revistas

talado por Moscú) a cambio de
su cooperación en la fundación
de la ONU y en el esfuerzo bélico
del Pacífico. Pero la crisis
intensificó su recelo sobre las
razones de la URSS: ¿se trataba
de una política de seguridad
realista o traducía una voluntad
de expansión territorial alimentada
por la ideología subversiva
marxista-leninista? En
todo caso, consideraron necesaria
una actitud de firmeza
frente a futuras demandas soviéticas
porque, en palabras de
Truman, “los rusos nos necesitan
a nosotros mucho más que
nosotros a ellos” con vistas a la
reconstrucción de su devastado
país 13 . Además, la supremacía
militar americana se había reafirmado
gracias a las pruebas
de la bomba atómica realizadas
el 16 de julio. La conferencia
13 Afirmación de Truman en una
reunión con sus asesores el 20 de abril
de 1945. Citada en S. E. Ambrose: Rise
to Globalism, pág. 57.
Nº 92 n CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA
de Potsdam habría de ser el
primer escenario de aplicación
de esa firmeza occidental. Ni
Londres ni Washington tenían
intención de suscitar la espinosa
cuestión de Franco en ella,
aun cuando todos dudaran de
las intenciones de Stalin.
Potsdam: la hora de la verdad
La primera sesión de la conferencia
de Potsdam comenzó el
17 de julio de 1945 y tuvo como
objetivo acordar un orden
del día para discutir las numerosas
cuestiones planteadas. Encabezadas
por Truman, Churchill
y Stalin, las tres delegaciones estaban
constituidas por nueve
personas e incluían a los respectivos
ministros de Asuntos Exteriores:
James Byrnes, Anthony
Eden y Vyacheslav Molotov 14 .
La propuesta de orden del
día de cada delegación reveló la
diferencia entre Stalin y los occidentales
que iba a lastrar el
desarrollo de la conferencia 15 .
La americana propuso una lista
breve: creación de un consejo
de ministros de Asuntos Exteriores
para preparar los temas a
tratar en sesión plenaria y redactar
los tratados de paz con
países vencidos; coordinación
de la política de ocupación de
Alemania; definición de una
política para Italia; y examen de
la aplicación de la declaración
de Yalta sobre la Europa liberada.
La británica incluía esos
puntos y añadía otros tan polémicos:
definición de la frontera
occidental polaca; situación en
los Balcanes; contencioso rusoturco
sobre control de los estrechos,
y retirada aliada de Persia.
En resumen: un orden del día
centrado en los problemas creados
por la hegemonía de la
URSS en Europa Oriental.
Por su parte, la delegación
soviética presentó una pro-
14 Acta británica de la primera sesión
plenaria, 17 de julio de 1945, FO
371/50867 U6197. La versión americana
en Foreign Relations of the United
States. 1945 (The Conference of Berlin),
vol. 2. Washington, 1960.
15 Propuestas de orden del día, FO
371/50863 Z5554.
puesta alternativa. Asumía la
discusión sobre Alemania, pero
especificaba como tema vital el
de las reparaciones. Mencionaba
el futuro de las colonias italianas
en África y de los mandatos
franceses en Líbano y
Siria. Pedía el reconocimiento
de los nuevos Gobiernos de
Europa Oriental. E incluía tres
asuntos más: régimen en España;
estatuto de Tánger; Polonia.
En definitiva, la lista recogía
las exigencias de seguridad
soviéticas y abordaba materias
hasta entonces de la órbita de
interés exclusivo occidental.
Acordada la agenda, se eligió
a Truman como presidente
de la conferencia y se aprobó la
propuesta de formar un consejo
de ministros de Exteriores
para preparar los debates posteriores.
A continuación, en la
ronda de intervenciones de cada
dirigente se apreció una
pauta de conducta que iba a
ser característica en el futuro:
cada tema polémico esgrimido
por los occidentales contra los
soviéticos sería correspondido
por otro asunto polémico suscitado
por los soviéticos contra
los occidentales; cada incursión
anglo-americana en materias
de la esfera de influencia soviética
sería replicada por una soviética
en asuntos de la órbita
de interés occidental.
La cuestión española habría
de ser una de las bazas clave soviéticas
para contrarrestar las
críticas sobre la situación interna
en los países liberados por
tropas soviéticas y el incumplimiento
de la declaración de
Yalta. Stalin fijó los parámetros
de esa estrategia el día 17 al declarar
que “el presente régimen
político en España no había
surgido de la libre voluntad del
pueblo español, sino que había
sido impuesto por Alemania e
Italia” y “abrigaba grandes peligros
para las Naciones Unidas”.
Por eso, habría que plantearse
cómo hacer posible que
“el pueblo español estableciera
el régimen político que quisieran
escoger”. Sin duda, el recordatorio
de la existencia del
régimen de Franco era una há-
ENRIQUE MORADIELLOS
bil maniobra para poner límites
desde el principio a las críticas
occidentales sobre la situación
en los países del Este.
Secundando a su superior, durante
la reunión del consejo de
ministros de Asuntos Exteriores,
celebrada en la mañana del
19 de julio, Molotov presentó
una declaración sobre la cuestión
española:
“En vista del hecho de que (1º) el
régimen de Franco no se originó como
resultado del desarrollo de las fuerzas
internas en España sino como resultado
de la intervención de los principales
países del Eje, la Alemania de Hitler
y la Italia fascista, que impusieron
al pueblo español el régimen fascista
de Franco; (2º) el régimen de Franco
constituye un grave peligro para las
naciones amantes de la paz en Europa
y América del Sur; (3º) el pueblo español,
pese al brutal terror impuesto por
Franco, se ha expresado repetidamente
contra el régimen y en favor de la restauración
de un Gobierno democrático
en España; la Conferencia estima
necesario recomendar a las Naciones
Unidas: (1) la ruptura de todas las relaciones
con el Gobierno de Franco;
(2) conceder apoyo a las fuerzas democráticas
en España para permitir al
pueblo español establecer un régimen
que responda a su voluntad” 16 .
Tanto Eden como Byrnes
rehusaron discutir el texto y lo
remitieron a la sesión plenaria
de la tarde. Así, el 19 de julio,
los tres mandatarios volvieron
a reunirse para debatir seis temas
cruciales: situación de
Grecia (donde fuerzas británicas
combatían a guerrillas comunistas
ante la pasividad soviética,
conforme al pacto de
1944); definición de la autoridad
del Consejo de Control
Aliado en Alemania; España;
Yugoslavia y Rumania 17 .
La propuesta soviética dio
origen a la discusión más reveladora
sobre la cuestión española
de toda la conferencia. Fue
16 Memorándum de la delegación
rusa, 19 de julio de 1945, FO
371/49612 Z8637. Acta de la segunda
reunión del consejo de ministros de Exteriores,
19 de julio de 1945, FO
371/50867 U6197.
17 Acta de la tercera sesión plenaria,
19 de julio de 1945, FO 371/50867
U6197.
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