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HANNAH ARENDT - Prisa Revistas

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ISAAC NEWTON<br />

nos– contienen algo de verdad,<br />

tocando la esencia del pensamiento<br />

del catedrático lucasiano.<br />

Este elemento de verdad se aprecia<br />

con mayor claridad cuando,<br />

más adelante en su ensayo ‘Newton,<br />

the man’, en Essays in Biography,<br />

vol. X de The Collected<br />

Writings of John Maynard Keynes,<br />

págs. 363-374, Keynes explicaba<br />

los calificativos que había aplicado<br />

a Newton:<br />

“¿Por qué le llamo mago? Porque<br />

contemplaba el universo y todo lo que<br />

en él se contiene como un enigma, como<br />

un secreto que podía leerse aplicando<br />

el pensamiento puro a cierta evidencia,<br />

a ciertos indicios místicos que Dios<br />

había diseminado por el mundo para<br />

permitir una especie de búsqueda del<br />

tesoro filosófico a la hermandad esotérica.<br />

Creía que una parte de dichos indicios<br />

debía encontrarse en la evidencia<br />

de los cielos y en la constitución de los<br />

elementos (y esto es lo que erróneamente<br />

sugiere que fuera un filósofo experimental<br />

natural), y la otra, en ciertos<br />

escritos y tradiciones transmitidos por<br />

los miembros de una hermandad, en<br />

una cadena ininterrumpida desde la original<br />

revelación críptica, en Babilonia.<br />

Consideraba al universo como un criptograma<br />

trazado por el Todopoderoso”.<br />

Y a la tarea de desvelar semejante<br />

criptograma Newton<br />

dedicó esfuerzos inmensos, dejando<br />

tras de sí millones de palabras<br />

escritas, la mayoría de las<br />

cuales ni vieron la luz mientras<br />

vivió ni lo han hecho después.<br />

Un hereje arriano<br />

En lo que se refiere a sus ideas religiosas,<br />

Newton fue un arriano;<br />

esto es, no creía en la Trinidad.<br />

Era, en consecuencia, un hereje.<br />

En concreto, opinaba que el texto<br />

griego del Nuevo Testamento<br />

estaba gravemente contaminado<br />

por los trinitarios y que era preciso<br />

recuperar sus manifestaciones<br />

originales, en las que Jesús<br />

era el cordero de Dios pero no<br />

era consustancial o coeterno con<br />

Dios. El que se hubiese perdido<br />

la creencia en un único y todopoderoso<br />

Dios había sido, argumentaba<br />

Newton, debido muy<br />

especialmente a san Atanasio<br />

(296-373). Éste había asistido,<br />

siendo muy joven, al Concilio<br />

de Nicea del año 325, en el que,<br />

tras un largo y áspero debate, se<br />

aprobó la doctrina conocida co-<br />

mo homoousion (homousismo),<br />

que sostiene que Cristo es de la<br />

misma sustancia que el Padre.<br />

En el año 328 Atanasio fue<br />

nombrado obispo de Alejandría,<br />

empleando el resto de su vida en<br />

defender aquel dogma y en combatir<br />

a los arrianos, esto es, a los<br />

seguidores de Arrio (260-336),<br />

que había sostenido que Cristo,<br />

creado y no eterno, estaba subordinado<br />

a Dios.<br />

Atanasio se convirtió en la<br />

gran bestia negra de Newton,<br />

quien planeó escribir una obra<br />

en la que pondría al descubierto<br />

sus engaños, al igual que las atrocidades<br />

que suponía había cometido<br />

(incluyendo el asesinato<br />

del arzobispo Arsenio). De este<br />

tratado, que nunca llegó a completar,<br />

nos han llegado varios borradores,<br />

con el título de Paradoxical<br />

Questions concerning ye<br />

morals and actions of Athanasius<br />

and his followers. En la soledad<br />

de su estudio de Cambridge, la<br />

pasión e indignación del autor<br />

de los Principia contra Atanasio<br />

y la Iglesia de Roma se desbordaba:<br />

“Idólatras… blasfemos y<br />

fornicadores espirituales” son algunos<br />

de los adjetivos que utilizaba.<br />

Sin embargo, y a pesar de<br />

la vehemencia que en privado<br />

ponía en sus ataques al trinitarismo<br />

y defensa de Arrio, Newton<br />

mantuvo secreta su opinión<br />

de que las Escrituras habían sido<br />

corrompidas. Pocos accedieron<br />

a este mundo, histórico-teológico,<br />

newtoniano (John Locke fue<br />

uno de esos pocos).<br />

Hasta aquí algunos hechos<br />

escuetos, pero ahora surgen dos<br />

preguntas: ¿se puede decir algo<br />

sobre los motivos que llevaron a<br />

Newton a interesarse por estos<br />

temas? y ¿por qué deseaba mantenerlos<br />

en secreto? Los documentos<br />

existentes indican que<br />

Newton comenzó a estudiar seriamente<br />

Teología hacia 1670,<br />

cuando se acercaba a los 30 años<br />

de edad. No era, por tanto, un<br />

hombre mayor, como a veces se<br />

ha dicho, pretendiendo justificar<br />

un comportamiento que la<br />

ortodoxia científica, tal y como<br />

se fue configurando a partir de la<br />

Ilustración, considera poco menos<br />

que aberrante. Esos mismos<br />

documentos no ofrecen ninguna<br />

explicación de por qué se dedicó<br />

a estudiar Teología, estando como<br />

estaba sumergido en profundas<br />

investigaciones matemáticas<br />

y físicas. Una explicación<br />

plausible ha sido propuesta por<br />

Richard Westfall (‘Isaac Newton:<br />

Theologian’), que sostiene que<br />

los estatutos del Trinity College<br />

tuvieron bastante que ver: estos<br />

estatutos ordenaban que aquellos<br />

que ostentaban las 58 fellowships<br />

–y Newton era uno de<br />

ellos– tenían que ser ordenados<br />

clérigos de la Iglesia anglicana<br />

dentro de los siete años posteriores<br />

a la recepción del grado<br />

de Master of Arts o enfrentarse a<br />

la expulsión. Newton nunca fue<br />

alguien que se tomase una obligación<br />

a la ligera. Sus siete años<br />

habrían expirado en 1675, y el<br />

que la fecha se fuese acercando<br />

sería un buen incentivo.<br />

Hasta entonces, Isaac se había<br />

comportado como un creyente<br />

ortodoxo. Al tomar sus<br />

dos grados académicos, en 1665<br />

(Bachelor) y 1668, había jurado<br />

tres artículos, uno de los cuales<br />

afirmaba la fe en la Iglesia anglicana;<br />

y cuando aceptó –en<br />

1669– una fellowship en su<br />

college –denominado, recordemos,<br />

de la Holy and Undivided<br />

Trinity (Sagrada e Individida<br />

Trinidad)– juró que mantendría<br />

la única religión verdadera, en<br />

un contexto que igualaba esa<br />

única religión con la doctrina<br />

de la Iglesia anglicana. Aunque<br />

no había tenido que efectuar declaraciones<br />

semejantes para tomar<br />

posesión –también en<br />

1669– de la cátedra lucasiana,<br />

ésta llevaba consigo un requisito<br />

similar; sus estatutos indicaban<br />

qué opiniones heréticas constituían<br />

motivos de expulsión.<br />

El carácter de Newton no<br />

apoya la idea de que hubiese jurado<br />

en falso. Debió ser, por<br />

consiguiente, ortodoxo en aquella<br />

época. Ahora bien, aunque<br />

para tomar posesión de su fellowship<br />

no había necesitado recibir<br />

las ordenes sagradas, ésta<br />

era una situación transitoria. Para<br />

retenerla debía aceptar la ordenación<br />

en 1675. El rigor, la<br />

exigencia que su propio carácter<br />

le imponía de no dar nada por<br />

sentado, de comprender y justificar<br />

racionalmente lo que otros<br />

se contentaban con aceptar, junto<br />

a la tradición existente de estudios<br />

teológicos, debió llevarle a<br />

estudiar con toda la fuerza de su<br />

inteligencia y su increíble tenacidad<br />

las creencias religiosas que<br />

debería suscribir en el futuro<br />

próximo. Comenzó entonces a<br />

recopilar, a leer, a anotar, a comparar.<br />

Primero fue la Biblia el<br />

centro de su interés, pero luego<br />

pasó a otras fuentes. Y así hasta<br />

convencerse de que la tradición<br />

recibida era un fraude perpetrado<br />

en el siglo IV. La determinación<br />

de Newton de desenmascarar<br />

este antiguo crimen, junto<br />

con sus estudios alquímicos, absorbió<br />

virtualmente todo su<br />

tiempo durante los siguientes 15<br />

años, hasta que una visita de Halley<br />

inició la investigación que<br />

resultó en los Principia y alteró el<br />

tenor de su existencia.<br />

El que no aceptase el dogma<br />

trinitario le ponía, por tanto, en<br />

una situación muy difícil. No<br />

aceptaba un dogma central de<br />

su Iglesia y no podía fingir. Se<br />

trataba de algo vital, iba en ello<br />

su salvación eterna. Él creía en<br />

Dios, en un Dios, además, absoluto<br />

e imponente. Un Dios que,<br />

probablemente, no perdonaría a<br />

aquel que, sabiendo, engañaba.<br />

Una posible salida era acceder a<br />

una de las dos fellowships que no<br />

obligaban a ordenarse sacerdote,<br />

pero no pudo servirse de este<br />

recurso, frente a otros candidatos<br />

con más “antigüedad”. También<br />

podría permanecer en Cambridge<br />

solo como profesor lucasiano<br />

(la cátedra no requería una fellowship,<br />

lo que le abría la posibilidad<br />

de renunciar a la suya),<br />

pero habría sido el único profesor<br />

que no estuviese asociado a<br />

un college y le harían preguntas:<br />

¿por qué renunciaba a una fellowship<br />

que le aportaba 65 libras<br />

al año? La ordenación habría<br />

salido entonces a la palestra<br />

e inevitablemente se habría planteado<br />

la cuestión de cuáles podrían<br />

haber sido los motivos de<br />

Newton para no querer ordenarse.<br />

Habría sido difícil mantener<br />

sus opiniones en secreto; y<br />

66 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA n Nº 92

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