epoca cismática - Autores Catolicos
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ÉPOCA CISMÁTICA<br />
Lema.-Gabriel muestra a María con la criatura que salva de los pecados (A) en<br />
un reino sin fin (B) y así la recibe Isabel (C).<br />
Cruzada contra la libertad herética.<br />
Carlos IV, en vísperas de la convulsión francesa,<br />
deja el imperio de manos de Godoy.<br />
“También en Francia la revolución se había quitado<br />
la careta, pero ya de un modo más descarado y terrible.<br />
Las turbas se habían sublevado; el Palacio Real había<br />
sido saqueado y al rey Luis XVI le habían cortado la<br />
cabeza por mano de verdugo. He aquí una moda francesa<br />
cuya imitación no pareció ya al rey de España tan<br />
apetecible”.<br />
“Tanto más cuanto que la Asamblea de los<br />
revolucionarios franceses habían dicho refiriéndose a<br />
España: “¡Que vaya la libertad al pueblo más espiritual<br />
de la Tierra¡” Sabía dónde estaba el enemigo. La<br />
libertad religiosa, en forma de herejía, no había<br />
podido entrar en España. Ahora su hija, la libertad<br />
política, quería venir, en forma de revolución, a<br />
vencer a su madre”.<br />
“España levanta un ejército contra Francia, al mando<br />
del general Ricardos. Los españoles vuelven a estar “en<br />
lo suyo”. Torna a vivirse, como en los primeros días<br />
del siglo, horas de cruzada. Los frailes predican la<br />
guerra contra los impíos de Francia. La nobleza y el<br />
pueblo rivalizan en entusiasmo. Las Órdenes Militares,<br />
especie de milicias de caballeros nobles, vuelve, como<br />
en tiempos de la Reconquista a reunir tropas propias...<br />
Sólo un español, el conde de Aranda, que aún vivía, no<br />
aprueba aquella guerra: le parece una insensatez, una<br />
aventura romántica”.<br />
“Pero no es posible oponerse al entusiasmo popular,<br />
donde se conserva, como un tesoro, el viejo espíritu<br />
español. Las “ideas nuevas”, las “luces” venidas de<br />
Francia, sólo han llegado a unos cuantos cortesanos. La<br />
educación popular seguía siempre en manos de la<br />
Iglesia. Porque el Estado no tuvo escuelas populares<br />
hasta tiempos muy modernos: pero desde el siglo XVI,<br />
San José de Calasanz había fundado, para el pueblo las<br />
Escuelas Pías. Y eran ellas las que habían hecho con el<br />
pueblo lo que los jesuitas con la clase media. Ellas,<br />
unidas a todas aquellas viejas intolerancias de<br />
Cisneros o de Felipe II, eran los que habían mantenido<br />
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