epoca cismática - Autores Catolicos

hombre por lo que da, y devuelve tanto como se aporta.
Cuánto mejor la política, ese arte de trileros que
permite vivir de la sopa boba, del sufrido
contribuyente a base de arrimarse siempre al sol que
más calienta y repetir los lemas del momento”.
Pesadilla
La pesadilla viene en forma de sueño o de
imaginación, o de deseo. Elsa Formaro habla del sueño
europeo. “Menos mal que no es el sueño progresista de
los europeos, y no añadiré que para muchos ese sueño
tiene mucho de pesadilla. Sostiene la curiosa
información que “los expertos advierten del riesgo de
que la socialdemocracia y los sindicatos se descuelguen
de una construcción europea neoliberal. El nebuloso
título de experto aunque sospecho que son como los de
la comisión sobre el Valle de los Caídos, que uno parte
de la conclusión y luego espiga las guías telefónicas
en busca de expertos que la refrenden”. Rusia fue un
sueño, y Alemania nazi fue otro sueño; y también
Birmania, y Japón, y Corea, y China. Hay que soñar
menos que la realidad supera a los sueños.
Ingenuidad mórbida
“La señora ministra en funciones ahora y antes, no
ha conocido en su delatada experiencia, ni a las
Fuerzas Armadas ni a sus componentes, que son los
oficiales, suboficiales tropa y marinería. El escalón
en el que se ha quedado siempre suele sonreir”.
“Se va encantada después de haberse cargado la
carrera militar con una Ley que hay que cambiar, y que
cambiará, después de haber hecho sufrir a miles de
familias desconcertadas y con la única posibilidad de
recurso (Gracias señores jefes de los ejércitos).
“Se va encantada con nuestras carencias, sin
explicar qué hacemos en tantos sitios del mundo mundial
sin capacidades ni medios. Ha estado donde no se la
esperaba y no ha estado donde se le esperaba. Ha estado
siempre enfrente del sentir y padecer de la tropa que
no al frente de ella. Y lo malo es que no ha habido
nadie al frente....Vacío de poder por mucha Ley
sindical que la rellene. Decir Capitán mande firmes no
es ni por aproximación estar al frente de los soldados.
Ellos, lo de verdad, son más listos que VE, Señora
ministra. Al frente y enfrente no es lo mismo y aquí
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