epoca cismática - Autores Catolicos

SOCIEDAD
Enigma
“En América latina el morral del revolucionario,
-al que se creía cargado de bondades-, ha estado
invariablemente de cenizas. Las cenizas de la
destrucción. Tanto si lograron el poder como si no lo
lograron, los revolucionarios han sido incapaces de
aprender la lección de nuestro siglo de totalitarismos.
Perseverante en el error, contumaces idólatras del
fracaso, se han cegado a las lecciones de la URSS y de
media Europa y de todos los movimientos de liberación
(formidable apelativo) surgidos en el mundo
subdesarrollado después de la segunda Guerra mundial y
se han empeñado en hacernos creer que es posible una
forma distinta, la original, autóctona, de socialismo
revolucionario”. (Manual del Perfecto idiota).
Es preciso decididamente reconocer el mal sin echar
balones fuera de la propia cancha.
“Tan corrido, vive el Cielo/ de lo que me ha
sucedido/ estoy que ni hablar acierto:/ mas disimular
importa,/ que ya no tiene remedio/ el caso. Yo doy por
bien/ la burla, que se me ha hecho,/ porque se case mi
hermana/ con don Juan”. (Juana Inés de Castro).
En realidad esto es un modo como otro cualquiera,
incluso emblemático, de la realidad del pecado humano
en el que probablemente no crea este personaje que
todos llevamos dentro. Estos asuntos pertenecen a la
autonomía laical, y están sujetos a la moral, y por lo
tanto un cultivo de tales resultados es una infamia. La
moral es el sentido de la realidad y su tratamiento en
relación a la personalidad humana y su naturaleza de
hijo de Dios. ¿O no? Uno es libre pero jamás lo es para
actuar sin saber lo que maneja ni el entorno en que se
mueve. Los antojos no con científicos. Menos libertad y
más pluralidad. Con pluralidad nos llega, porque es
realidad y nos deja el universo abierto para
recorrerlo. Mientras que la libertad por sí, no tiene
nada que ver con la objetividad.
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