epoca cismática - Autores Catolicos

HAGIOGRAFÍA
Tomás reprocha al testigo de cargo, abogado de la
Corona, que haya jurado en falso.
“En verdad, Maestro Rich –concluyó-, el falso
juramento que habéis prestado me entristece más que el
peligro que me amenaza”. Y los testigos auxiliares que
le habían registrado la celda mientras dicho abogado
conversaba con el acusado, manifestaron no haber oído
nada y por lo tanto no podían prestar testimonio. Se
quedó sólo ante un único testigo que añadió lo que
había ocultado a todo el mundo: “que el Parlamento sí
podía destronar al Rey, pero no a la cabeza de la
Iglesia”.
Pero hay una puesta en escena de propaganda: “a
continuación –se dice en un informe de la época-, un
hujier, como es uso en el país, llamó a catorce hombres
a los que les fueron presentados los citados artículos.
Según éstos, debían discutir y enjuiciar si el llamado
señor Thomás Moro había contravenido o no, con mala
intención, el estatuto. Después de haberse retirado por
espacio de un cuarto de hora, volvieron ante los lores
y jueces ordinarios y pronunciaron el “Culpable”. Esto
significaba: condenado y reo de muerte. Enseguida, el
señor Canciller pronunció la sentencia según el texto
de la nueva ley”. (Péter Berglar: Tomás Moro, Palabra,
pág. 378).
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