epoca cismática - Autores Catolicos

MAGISTERIO
La llamada divina es de puro amor a su pueblo.
Comité para el jubileo del Año 2000.
“La presencia dulce y consoladora del Señor en el
Antiguo Testamento se expresa también con imágenes de
ternura materna. Canta el salmista:”acallo y modero mis
deseos como un niño en brazos de su madre”, Sal 131.
“Para el profeta Isaías, Dios es más indulgente y
comprensivo que las mismas madres terrenas:”¿puede una
madre olvidarse de su criatura, no conmoverse por el
hijo de sus entrañas? Pues aunque ella se olvide Yo no
te olvidaré”,(Is 49).
Oseas resume el sentido amoroso de toda la obra
salvadora del Señor.
“Cuando Israel era niño Yo lo amé,
y de Egipto llamé a mi hijo,
Yo enseñé a andar a Efraín y lo llevé en mis brazos.
Con cuerdas de ternura, con lazos de amor los atraía,
fui para ellos como quien alza un niño hasta sus
mejillas
y se inclina hasta él para darle de comer.
El corazón me da un vuelco,
todas mis entrañas se estremecen”, Os 11.
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