Ver archivo en formato pdf - Ramona
Ver archivo en formato pdf - Ramona
Ver archivo en formato pdf - Ramona
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
54b.qxd 07/04/2006 03:56 p.m. PÆgina 59<br />
ti<strong>en</strong>e dos consecu<strong>en</strong>cias: primero, que resulta <strong>en</strong> un gran consumo de<br />
tiempo que ap<strong>en</strong>as deja marg<strong>en</strong> para recopilar información sobre causas<br />
políticas específicas, construirse una perspectiva crítica o diseñar<br />
espacios de oposición. Sin tal información la política hacker seguirá<br />
si<strong>en</strong>do extraordinariam<strong>en</strong>te vaga.<br />
En segundo lugar, la continua reeducación manti<strong>en</strong>e a los hackers <strong>en</strong>cerrados<br />
<strong>en</strong> su propia “aula” herméticam<strong>en</strong>te sellada, con lo que se da muy<br />
poca interacción con otras g<strong>en</strong>tes fuera de esta subclase tecnocrática.<br />
Los activistas políticos tradicionales tampoco lo llevan mucho mejor.<br />
Dejados al marg<strong>en</strong> <strong>en</strong> la cuneta de la historia, este subgrupo sabe qué<br />
hay que hacer y a quién tomar como objetivo, pero carece de medios<br />
efectivos para llevar a cabo sus propuestas.<br />
Los activistas políticos, por muy consci<strong>en</strong>tes que puedan ser <strong>en</strong> lo que<br />
se refiere a sus causas, suel<strong>en</strong> estar demasiado a m<strong>en</strong>udo atascados <strong>en</strong><br />
asambleas debati<strong>en</strong>do qué monum<strong>en</strong>to al capital muerto deberían atacar<br />
<strong>en</strong> primer lugar.<br />
Aquí t<strong>en</strong>emos dos grupos motivados para perseguir objetivos anti-autoritarios<br />
similares, pero que no parec<strong>en</strong> <strong>en</strong>contrar ningún punto de intersección.<br />
Mi<strong>en</strong>tras que unos viv<strong>en</strong> on-line, los otros viv<strong>en</strong> <strong>en</strong> la calle, y<br />
ambos están si<strong>en</strong>do derrotados, sin advertirlo, por una brecha de comunicaciones<br />
por la cual ninguno de ellos es responsable.<br />
La división <strong>en</strong>tre el saber y la preparación técnica ti<strong>en</strong>e que ser superada<br />
para eliminar los prejuicios sost<strong>en</strong>idos por cada una de las partes<br />
(la intolerancia hacker hacia los que no están a su altura tecnológicam<strong>en</strong>te,<br />
y la intolerancia de los activistas hacia aquellos que no son correctos<br />
políticam<strong>en</strong>te).<br />
La división <strong>en</strong>tre hackers y activistas no es la única dificultad que manti<strong>en</strong>e<br />
la idea de la desobedi<strong>en</strong>cia civil electrónica <strong>en</strong> el dominio de la<br />
ci<strong>en</strong>cia ficción. El problema de cómo organizar pot<strong>en</strong>ciales alianzas es<br />
también significante. El activismo de izquierdas se ha basado siempre<br />
<strong>en</strong> principios de democracia, es decir, <strong>en</strong> la cre<strong>en</strong>cia de la necesidad de<br />
inclusión. Ha sost<strong>en</strong>ido que con tan solo el poder de negociación que<br />
otorga su número, la masa popular debería estar organizada de tal modo<br />
que su voluntad colectiva pueda cumplirse. Las debilidades de esta<br />
estrategia son bastante obvias. La primera provi<strong>en</strong>e de la cre<strong>en</strong>cia misma<br />
<strong>en</strong> una especie de voluntad colectiva única. Si<strong>en</strong>do así que las masas<br />
están divididas por tantas variables: sociológicas, étnicas, de g<strong>en</strong>ero,<br />
de prefer<strong>en</strong>cia sexual, de clase, de educación, de ocupación, de l<strong>en</strong>guaje,<br />
etcétera... que tomar <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta a “la g<strong>en</strong>te” como un monolito de<br />
cons<strong>en</strong>so es absurdo.<br />
Aquello que cumple las necesidades de un grupo puede ser represivo u<br />
opresivo para otro.<br />
Así las organizaciones c<strong>en</strong>tralizadas que int<strong>en</strong>tan hacer trabajar sus<br />
músculos políticos a través del poder del número se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran <strong>en</strong> una<br />
posición bi<strong>en</strong> peculiar: o bi<strong>en</strong> el grupo es relativam<strong>en</strong>te grande, pero no<br />
puede ser movilizado <strong>en</strong> masa, o bi<strong>en</strong> el grupo asume una posición ideológica<br />
que sólo resulta útil a un sector muy determinado, perdi<strong>en</strong>do así<br />
CRITICAL ART ENSEMBLE | PAGINA 59