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54b.qxd 07/04/2006 03:56 p.m. PÆgina 74<br />
PAGINA 74 | GRIPPO EN TANDIL<br />
(*) Este texto fue publicado<br />
por primera<br />
vez <strong>en</strong> el libro Víctor<br />
Grippo: Reunión hom<strong>en</strong>aje.Mumbat.<br />
2002. Cristian Segura<br />
(compilador).<br />
EL CRISOL DE VÍCTOR*<br />
Escribe: Jorge Di Paola<br />
Fue el primer amigo de otro mundo <strong>en</strong> mi adolesc<strong>en</strong>cia pueblerina. Apareció<br />
como el truco de un mago cuando estaba mirando su cuadro juv<strong>en</strong>il<br />
que se destacaba <strong>en</strong> el Salón Miniatura, y me peleaba por sus trazos<br />
con el Director del Museo.<br />
Minutos después iban a com<strong>en</strong>zar las av<strong>en</strong>turas y el diálogo que <strong>en</strong><br />
apari<strong>en</strong>cia terminaron. La memoria sigue hablando con los que se fueron<br />
pero estuvieron cuando estaban.<br />
Pintaba y destruía y muchas veces no pintaba por insatisfacción perpetua<br />
con su obra, que iba sufri<strong>en</strong>do mutaciones secretas. P<strong>en</strong>saba sin<br />
parar y <strong>en</strong> aquel <strong>en</strong>tonces no sabía que siempre fue un artista conceptual.<br />
Vivía dramáticam<strong>en</strong>te la contradicción, instalada <strong>en</strong> una cultura restrictiva,<br />
<strong>en</strong>tre la ci<strong>en</strong>cia y el arte.<br />
Era a la vez un hombre de la mano y de la reflexión. Me maravillaban sus<br />
instrum<strong>en</strong>tos y sus máquinas, su mecánica y su química que aparecían<br />
como revelaciones. Lo primero que vi fue su cámara fotográfica espía,<br />
los rollos miniatura que cortaba de rollos mayores <strong>en</strong> el cuarto oscuro,<br />
cuando él era un soldado y yo un estudiante del secundario. Luego, <strong>en</strong><br />
La Plata, herrami<strong>en</strong>tas para el laboratorio donde trabajamos juntos <strong>en</strong> el<br />
Instituto Biológico, donde resolvía problemas que se pres<strong>en</strong>taban construyéndolas<br />
sujeto a la admiración de los compañeros de trabajo. Siempre<br />
p<strong>en</strong>saba que t<strong>en</strong>ían que ser tan bellas como apropiadas a la función<br />
y realizadas con excel<strong>en</strong>cia. Fabricó micropipetas estirando con la llama<br />
del buns<strong>en</strong> pipetas corri<strong>en</strong>tes mi<strong>en</strong>tras todos lo mirábamos. T<strong>en</strong>ía algo<br />
de prestidigitador, vigilaba la elegancia y el misterio de sus movimi<strong>en</strong>tos,<br />
la destreza del espectáculo, pero <strong>en</strong> los instrum<strong>en</strong>tos hay que cuidar<br />
las medidas y a veces t<strong>en</strong>ía que destruir las más suger<strong>en</strong>tes porque<br />
no aseguraban el propósito de precisión. Con los rezagos del vidrio<br />
componía figuras que todos se disputaban y alguno habrá conservado.<br />
En la casa de La Cumbre que compartimos, <strong>en</strong> las afueras de la Plata,<br />
empezó un óleo muy grande que estaba sujeto a las variaciones de su<br />
ánimo y nunca terminaba, pero que nos salvó de la cárcel durante un