las obras de jonathan edwards volumen 1 - Iglesia Reformada
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como tutor <strong>de</strong> la Universidad; especialmente una vez que fui a Bolton, en un viaje<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> Boston, mientras caminaba a so<strong>las</strong> por los campos. Después que fui a New<br />
Haven, me hundí en la religión, estando mi mente apartada <strong>de</strong> mis ansiosas<br />
persecuciones en busca <strong>de</strong> la santidad, por algunos asuntos que gran<strong>de</strong>mente<br />
confundían y distraían mis pensamientos.<br />
En Septiembre <strong>de</strong> 1725, me enfermé en New Haven y mientras procuraba ir a mi<br />
casa en Windsor, estaba tan enfermo en el North Village, que no pu<strong>de</strong> ir más allá;<br />
y ahí estuve enfermo por cerca <strong>de</strong> una cuarta parte <strong>de</strong>l año. En esta enfermedad,<br />
a Dios le plació visitarme <strong>de</strong> nuevo con el dulce mover <strong>de</strong> su Espíritu. Mi mente<br />
estaba gran<strong>de</strong>mente atraída ahí, en divina y agradable contemplación, y anhelos<br />
<strong>de</strong>l alma. Observé que aquellos que velaban conmigo, estaban frecuentemente<br />
mirando hacia fuera, esperando ansiosamente por la mañana; lo cual trae a mi<br />
memoria aquel<strong>las</strong> palabras <strong>de</strong>l salmista, <strong>las</strong> cuales mi alma con <strong>de</strong>licia <strong>las</strong> hizo su<br />
propio lenguaje; “”Mi alma espera al Señor, más que el centinela a la aurora”; yo<br />
dije, más que aquellos que esperan por la mañana” y cuando la luz <strong>de</strong>l día venía a<br />
mi ventana, refrescaba mi alma, mañana tras mañana. Parecía <strong>de</strong> alguna forma,<br />
como la imagen <strong>de</strong> la luz <strong>de</strong> la gloria <strong>de</strong> Dios.<br />
Recuerdo que en ese tiempo, acostumbraba anhelar gran<strong>de</strong>mente la conversión<br />
<strong>de</strong> algunos por los que yo estaba inquieto; podría alegremente honrarlos, y con<br />
<strong>de</strong>leite ser un siervo para ellos, y postrarme a sus pies, si ellos fueran realmente<br />
santos. Pero algún tiempo <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> esto, yo estaba <strong>de</strong> nuevo gran<strong>de</strong>mente<br />
distraído con algunos asuntos temporales, que en gran manera elevaban mis<br />
pensamientos, hacia <strong>las</strong> heridas <strong>de</strong> mi alma y continuaban a través <strong>de</strong> variados<br />
ejercicios, que sería tedioso relatar, los cuales me hicieron conocer mucho más a<br />
mi corazón, más <strong>de</strong> lo que lo había conocido antes.”<br />
Que la mente <strong>de</strong>l Sr. Edwards no había sido herida en cuanto a su espiritualidad,<br />
por sus compromisos oficiales y pruebas, es suficientemente evi<strong>de</strong>nte en estos<br />
extractos. El era aún un hombre santo <strong>de</strong> Dios, cuyo corazón estaba en el cielo y<br />
para quién el conversar con Dios era la más gran<strong>de</strong> <strong>de</strong>licia.---El resto <strong>de</strong> su Diario<br />
está principalmente limitado al período <strong>de</strong> su vida que está siendo revisado ahora,<br />
y que por lo tanto ha sido insertado aquí. Solamente es para lamentar que por<br />
causa <strong>de</strong> la multitud <strong>de</strong> sus asuntos, el <strong>de</strong>bió consi<strong>de</strong>rar necesario el<br />
<strong>de</strong>scontinuarlo.<br />
EL REMANENTE DEL DIARIO.<br />
Jueves al mediodía, 4 <strong>de</strong> Octubre <strong>de</strong> 1723.- Este día he <strong>de</strong>cidido y confirmado<br />
que Cristo Jesús me ha prometido fielmente, que si hago lo que es mi <strong>de</strong>ber, y <strong>de</strong><br />
conformidad con lo mejor <strong>de</strong> mi pru<strong>de</strong>ncia en el asunto, que mi situación en este<br />
mundo será mejor para mí que cualquier otra condición, y mucho más para mi<br />
bienestar por toda la eternidad. Y, por lo tanto, cualquiera que fuera mi condición,<br />
yo estimo que será conforme a su promesa y que si yo tengo falta <strong>de</strong> fé sobre este<br />
asunto, yo confesaré esto como impiedad <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> Dios. Particularmente. La<br />
Resolución 57 y 9 <strong>de</strong> Junio<br />
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