las obras de jonathan edwards volumen 1 - Iglesia Reformada
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ministraciones <strong>de</strong>l Evangelio, con algún notable éxito en sus corazones.<br />
Pero como aún el Evangelio es el mismo divino instrumento <strong>de</strong> la gracia, así<br />
como era en los días <strong>de</strong> los apóstoles, así nuestro exaltado Salvador<br />
ahora y entonces, toma una ocasión especial para manifestar la divinidad<br />
<strong>de</strong> este Evangelio, por medio <strong>de</strong> un abundante <strong>de</strong>rramamiento <strong>de</strong> su<br />
Espíritu en don<strong>de</strong> éste es predicado; entonces los pecadores en gran<br />
número, son transformados en santos, y hay ahí, una nueva cara <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />
cosas esparcidas sobre un pueblo o condado. La espesura y los lugares<br />
solitarios son alegrados, el <strong>de</strong>sierto se regocija y florece como la rosa, y<br />
ciertamente, en cuanto a ésta situación, po<strong>de</strong>mos añadir que, ellos han<br />
visto ahí, la gloria <strong>de</strong>l Señor, y la excelencia <strong>de</strong> nuestro Dios; ellos han<br />
visto <strong>las</strong> salidas <strong>de</strong> Dios nuestro Rey, en su santuario.”<br />
Esta obra fue la primera <strong>de</strong> una serie <strong>de</strong> publicaciones <strong>de</strong>l Sr. Edwards, con<br />
la intención <strong>de</strong> explicar la naturaleza y efectos <strong>de</strong> la conversión salvadora, y<br />
la naturaleza <strong>de</strong> una obra genuina <strong>de</strong>l Espíritu Santo en una comunidad.<br />
Como una narración religiosa, es una <strong>de</strong> <strong>las</strong> más interesantes con <strong>las</strong> que<br />
me he encontrado; teniendo toda la exactitud <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>de</strong>scripciones y la<br />
viveza <strong>de</strong> colores, que tendría la narración <strong>de</strong> un testigo ocular, cuando<br />
fue trazada, no en base a la memoria, sino en el acontecer <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />
escenas que el <strong>de</strong>scribe. Esto lo prueba la más útil y oportuna<br />
publicación . Por un largo período, los avivamientos religiosos han sido<br />
particularmente <strong>de</strong>sconocidos tanto en Gran Bretaña como en el Continente<br />
Europeo. La <strong>Iglesia</strong> en general, había cesado completamente <strong>de</strong> esperar<br />
eventos <strong>de</strong> esta naturaleza, recordándolos como restringidos a los tiempos<br />
<strong>de</strong> los Apóstoles, y a los últimos triunfos <strong>de</strong> la Cristiandad; y parecía que<br />
habían tenido una muy imperfecta percepción <strong>de</strong> sus causas, su naturaleza,<br />
y <strong>de</strong> la manera en que ellos <strong>de</strong>ben ser recordados. En ninguna publicación<br />
anterior, habían sido, estos importantes sucesos, a<strong>de</strong>cuadamente<br />
explicados. El suceso principal, el cual el Señor Edwards tuvo el privilegio<br />
<strong>de</strong> recordar, visto como una extraordinaria obra <strong>de</strong> la Gracia Divina, tiene<br />
hasta este día, muy raramente un paralelo con <strong>las</strong> historias mo<strong>de</strong>rnas <strong>de</strong> la<br />
<strong>Iglesia</strong>. Sus propios puntos <strong>de</strong> vista <strong>de</strong> estos acontecimientos fueron <strong>de</strong><br />
igual manera, quitados <strong>de</strong> la apatía <strong>de</strong> la incredulidad, y <strong>de</strong> la rusticidad <strong>de</strong>l<br />
entusiasmo; ellos se <strong>de</strong>rivaron no únicamente <strong>de</strong> su familiaridad con los<br />
hechos, sino <strong>de</strong> <strong>las</strong> justos conceptos <strong>de</strong>l intelecto y <strong>las</strong> faculta<strong>de</strong>s morales<br />
<strong>de</strong>l hombre, y <strong>de</strong> un completo conocimiento <strong>de</strong> la palabra <strong>de</strong> Dios. Y<br />
mientras que la “Narración <strong>de</strong> <strong>las</strong> Sorpren<strong>de</strong>ntes Conversiones” servía para<br />
inspirar a toda la <strong>Iglesia</strong>, con una nueva y mayor c<strong>las</strong>e <strong>de</strong> fe, y esperanza y<br />
celo, también probó ser una guía segura <strong>de</strong> sus puntos <strong>de</strong> vista y <strong>de</strong> su<br />
conducta. En un corto tiempo, había circulado extensivamente tanto en<br />
Inglaterra y Escocia, y en los países más lejanos, así como tendremos<br />
pronto una ocasión <strong>de</strong> señalar, su difusión fue rápidamente seguida por<br />
saludables e importantes consecuencias. No sería impropio insertar en este<br />
lugar la siguiente carta <strong>de</strong>l Señor Edwards, haciendo un relato <strong>de</strong> una<br />
sorpren<strong>de</strong>nte y alarmante provi<strong>de</strong>ncia, la cual atestiguó la gente <strong>de</strong><br />
Northampton en la primera parte <strong>de</strong> 1737.<br />
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