las obras de jonathan edwards volumen 1 - Iglesia Reformada
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Yo solía ser muy ansioso por leer los periódicos públicos, principalmente con ese<br />
fin; el <strong>de</strong> ver si podía encontrar algunas noticias favorables para el interés <strong>de</strong> la<br />
religión en el mundo.<br />
Muy frecuentemente acostumbraba apartarme a un lugar solitario, en <strong>las</strong> oril<strong>las</strong> <strong>de</strong>l<br />
río Hudson, a alguna distancia <strong>de</strong> la ciudad, para contemplación <strong>de</strong> <strong>las</strong> cosas<br />
divinas y conversaciones secretas con Dios y tuve allí, muchas dulces horas.<br />
Algunas veces el Sr. Smith y yo caminamos juntos por ahí, para conversar <strong>de</strong> <strong>las</strong><br />
cosas <strong>de</strong> Dios, y nuestra conversación solía girar en gran parte sobre el<br />
advenimiento <strong>de</strong>l reino <strong>de</strong> Cristo en el mundo, y <strong>las</strong> gloriosas cosas que Dios<br />
cumpliría para su iglesia en los últimos días. Yo tenía entonces, y en otros<br />
momentos, el más gran<strong>de</strong> <strong>de</strong>leite en <strong>las</strong> Santas Escrituras mas que en cualquier<br />
otro libro no importando <strong>de</strong> que se tratara. Muchas veces al leer cada palabra<br />
parecía tocar mi corazón. Alcanzaba una armonía entre algo en mi corazón y<br />
aquel<strong>las</strong> dulces y po<strong>de</strong>rosas palabras. Muchas veces yo veía tanta luz emanando<br />
<strong>de</strong> cada oración, y un me proporcionaban un alimento tan refrescante que no<br />
podía continuar leyendo, frecuentemente <strong>de</strong>teniéndome en una oración, para<br />
observar <strong>las</strong> maravil<strong>las</strong> contenidas en ella; <strong>de</strong> esta manera casi cada oración me<br />
parecía estar llena <strong>de</strong> maravil<strong>las</strong>.<br />
“Yo me alejé <strong>de</strong> Nueva York en el mes <strong>de</strong> April <strong>de</strong> 1723, y tuve la más amarga<br />
<strong>de</strong>spedida <strong>de</strong> la Señora Smith y su hijo. Mi corazón parecía hundirse conmigo, al<br />
<strong>de</strong>jar la familia y la ciudad en don<strong>de</strong> había disfrutado tantos dulces y agradables<br />
días. Me fui <strong>de</strong> Nueva York a Wethersfield en barco; y mientras navegaba<br />
mantenía la mirada en la ciudad mientras tanto como pu<strong>de</strong>. Sin embargo esa<br />
noche <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> esta dolorosa partida, fui gran<strong>de</strong>mente reconfortado en Dios en<br />
West Chester, a don<strong>de</strong> bajamos a tierra para hospedarnos; y tuve un agradable<br />
tiempo todo el viaje hasta Saybrook. Era para mí muy dulce pensar el encontrarme<br />
con queridos Cristianos en el cielo, en don<strong>de</strong> nunca tendríamos que<br />
separararnos. En Saybrook bajamos a tierra para hospedarnos , y ahí guardar el<br />
sabbath, en don<strong>de</strong> yo tuve tiempo dulce y refrescante caminando a so<strong>las</strong> en los<br />
campos.<br />
“Después que yo regresé a casa en Windsor, permanecía mucho en un estado <strong>de</strong><br />
mente similar a cuando estuve en Nueva York; solamente algunas veces yo sentí<br />
mi corazón listo para hundirse en los recuerdos <strong>de</strong> mis amigos <strong>de</strong> Nueva York. Mi<br />
sostén estaba en <strong>las</strong> meditaciones en los lugares celestiales. Como encontré en<br />
mi diario <strong>de</strong>l 1º <strong>de</strong> Mayo <strong>de</strong> 1723. Fue un consuelo el pensar en ese lugar, en<br />
don<strong>de</strong> hay plenitud <strong>de</strong> gozo, en don<strong>de</strong> reina celestial calma y <strong>de</strong>leitable amor sin<br />
mezcla, en don<strong>de</strong> hay continuamente <strong>las</strong> más queridas expresiones <strong>de</strong> su amor,<br />
en don<strong>de</strong> hay el gozo <strong>de</strong> <strong>las</strong> personas amadas, sin nunca tener que separarnos.<br />
En don<strong>de</strong> aquel<strong>las</strong> personas que nos fueron tan amadas en este mundo, serán<br />
realmente incomparablemente más amadas y llenas <strong>de</strong> amor para nosotros, y<br />
cuan secretamente los mutuos amantes se unirán, para cantar alabanzas a Dios y<br />
al Cor<strong>de</strong>ro¡. Cuánto nos llenará <strong>de</strong> gozo el pensar que esta felicidad, este dulce<br />
ejercitarse, no terminará nunca, sino que permanecerá por toda la eternidad!”<br />
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