14.06.2013 Views

Joseph Conrad - Dirección General de Bibliotecas - Consejo ...

Joseph Conrad - Dirección General de Bibliotecas - Consejo ...

Joseph Conrad - Dirección General de Bibliotecas - Consejo ...

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Asentía el otro, y, entusiasta y voluble, exageraba<br />

las bellezas <strong>de</strong> la situación. Pasaron junto<br />

al sepulcro <strong>de</strong>l artista.<br />

-jPobrecíllo! -exclamó Kayerts.<br />

-Murió <strong>de</strong> fiebre, ¿no?- murmuró Carlier <strong>de</strong>teniéndose.<br />

-¿Cómo? -replicó Kayerts-. Me dijeron que<br />

el fulano no le tenía miedo al sol. Todos dicen<br />

que aquí el clima no resulta peor que el <strong>de</strong> nuestro<br />

país si no te expones al sol. ¿Lo oyes, Carlier?<br />

Soy tu jefe y te or<strong>de</strong>no que no te pongas al sol.<br />

Tomaba en broma aires <strong>de</strong> superior, pero lo<br />

pensaba en serio. Lo estremecía la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que<br />

tuviese él que enterrar a Carlier y quedarse solo.<br />

Y tuvo la sensación repentina <strong>de</strong> que Carlier,<br />

allí, en el centro <strong>de</strong> África, era más precioso para<br />

él que un hermano en cualquier otra parte.<br />

Carlier, como poniéndose a tono, hizo un saludo<br />

militar y respondió rápidamente:<br />

-¡A sus ór<strong>de</strong>nes, mi capitán!<br />

Soltó la carcajada, palmeó la espalda <strong>de</strong> Kayerts<br />

y gritó:<br />

-¡Qué buena vida vamos a darnos aquí! Nada<br />

más que estar sentados y recogiendo el marfil<br />

que esos salvajes nos traigan! ¡Al menos este<br />

país tiene cosas buenas!<br />

Echaron a reír mientras Carlier pensaba:<br />

"Este pobre Kayerts tan gordo y con tan poca<br />

salud!... Sería espantoso que tuviera yo que enterrarlo<br />

en estas tierras. Es hombre que respe­<br />

to." Y antes <strong>de</strong> llegar a la casa ya se trataban <strong>de</strong><br />

"querido compañero".<br />

El primer día se mostraron muy activos trajinando<br />

<strong>de</strong> acá para allá con martillos, clavos y<br />

percal rojo para poner cortinas y <strong>de</strong>jar la casa<br />

habitable y <strong>de</strong> buen ver, pues estaban resueltos a<br />

instalarse cómodamente en su nueva existencia.<br />

Tarea imposible para ellos, por cierto. La lucha<br />

efectiva con problemas, aun si son meramente<br />

materiales, requiere mayor serenidad <strong>de</strong> ánimo y<br />

más firme valor, y no existían dos hombres menos<br />

aptos para tal empresa. La sociedad, no ya<br />

por ternura sino a causa <strong>de</strong> sus extrañas necesida<strong>de</strong>s,<br />

había cuidado hasta entonces <strong>de</strong> los dos<br />

hombres, eximiéndolos <strong>de</strong> cualquier pensamien-<br />

to in<strong>de</strong>pendiente, <strong>de</strong> toda iniciativa, <strong>de</strong> toda <strong>de</strong>sviación<br />

<strong>de</strong> lo rutinario. Al soltarse, pues, <strong>de</strong> los<br />

tutelares cuidados <strong>de</strong> unos hombres con la pluma<br />

en la oreja o con galones <strong>de</strong> oro en las mangas,<br />

eran como con<strong>de</strong>nados a ca<strong>de</strong>na perpetua que se<br />

ven libres <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> muchos años y no saben qué<br />

hacer con su libertad. No acertaban a emplear<br />

sus faculta<strong>de</strong>s. Ambos eran, por falta <strong>de</strong> práctica,<br />

incapaces <strong>de</strong> pensar con in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia.<br />

Al cabo <strong>de</strong> dos meses Kayerts solía <strong>de</strong>cir: "Si<br />

no fuera por mi Melie, ¡cualquier día me encajonan<br />

aquí!" Melie era su hija, y él había <strong>de</strong>jado su<br />

puesto en la administración <strong>de</strong> Telégrafos en el<br />

que durante diecisiete años sirvió para reunirle<br />

una dote a la muchacha. Se le había muerto la

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!