Lo QUE ES LA BIBLIA - OpenDrive
Lo QUE ES LA BIBLIA - OpenDrive
Lo QUE ES LA BIBLIA - OpenDrive
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
36 El libro siempre nuevo<br />
en los evangelios. Y similar trato reciben los milagros referidos en los<br />
Hechos de los Apóstoles.<br />
Creen, además, que una parte considerable de la Biblia fue escrita<br />
no por los autores tradicionalmente reconocidos, sino por escritores<br />
anónimos que vivieron mucho tiempo, a veces siglos, después de los<br />
hechos que relatan. Eso es lo que afirman con respecto a los cinco<br />
libros atribuidos a Moisés, [osué, parte de Isaías, Daniel, [onás, el<br />
evangelio de Juan, algunas epístolas de Pablo, las de Pedro, el<br />
Apocalipsis y otros. La razón que invocan para no aceptar que Moisés<br />
o [osué escribieron los libros que se les atribuyen es la suposición de<br />
que la escritura era desconocida en Israel antes de la monarquía.<br />
Varios fueron los factores que contribuyeron al origen y desarrollo<br />
de esta teoría. <strong>Lo</strong>s enumero a continuación:<br />
1) Una obcecada predisposición a negar lo sobrenatural por<br />
considerarlo contrario a la razón y a las leyes de la naturaleza.<br />
2) La presuposición de que la Bibliaes un libro como cualquier otro.<br />
Por lo tanto, se creía necesario someterlo a las mismas normas críticas<br />
que se aplican a los demás libros de la antigüedad, en los que a veces<br />
lo histórico se mezcla con lo mítico.<br />
3) La teoría de la evolución, que en el siglo pasado era el último<br />
grito de la ciencia.<br />
4) La falta de suficiente información histórica. <strong>Lo</strong>s documentos de<br />
que entonces se disponía sólo permitían tener datos seguros hasta el<br />
siglo IV a.e. Más allá de esa fecha, un manto de oscuridad cubría la<br />
historia de las civilizaciones antiguas.<br />
5) La carencia de manuscritos bíblicos de más antigüedad. Esto hizo<br />
que algunos eruditos dudaran de que los manuscritos existentes<br />
fueran copias fieles de los originales. En efecto, hasta mediados del<br />
siglo pasado los manuscritos hebreos más antiguos que se conocían<br />
databan todos del siglo X a.C, Yen cuanto a los manuscritos griegos<br />
del Nuevo Testamento, los más antiguos eran del siglo IV d.e.<br />
¡Curiosamente, los promotores de esta teoría pretendían - y aún<br />
lo hacen - "salvar" la Biblia y el cristianismo del descrédito en que<br />
habían caído! Procuraban establecer una posición intermedia entre lo<br />
que consideraban los extremos del tradicionalismo y el escepticismo.<br />
b. Confirmada por la arqueología. En nuestros días la situación es muy<br />
diferente. La arqueología, moderna ciencia que estudia los monumentos<br />
y restos materiales de la antigüedad, ha contribuido en gran<br />
medida a confirmar la historicidad de los relatos bíblicos. En efecto, la<br />
pala del arqueólogo, excavando en las arenas del Medio Oriente, ha<br />
sacado a la luz lugares, ciudades, naciones, personas, objetos,<br />
costumbres y sucesos cuya existencia se ignoraba. En muchos casos,<br />
El testigo veraz, primera parte 37<br />
la única referencia a ellos se hallaba en la Biblia. Pero lo más<br />
sorprendente, lo que parece increíble, es que ninguno de los<br />
descubrimientos arqueológicos ha contradicho o desmentido alguna<br />
afirmación de la Biblia. Al contrario, los que confirman la veracidad<br />
de la Escritura son tantos que una breve descripción de cada uno<br />
llenaría varias páginas de este libro.<br />
En el capítulo 5 de Daniel se menciona, por ejemplo, al rey<br />
Belsasar, nombre que ciertos críticos consideraban un error histórico<br />
porque los registros babilónicos no lo mencionaban. Al contrario,<br />
mostraban que el último rey de Babilonia había sido Nabonido, a<br />
quien Ciro, rey de los persas, había derrotado en Borsippa. El<br />
problema fue resuelto con el hallazgo de nuevas inscripciones en las<br />
que consta que Belsasar era hijo de Nabonido. Este príncipe gobernó<br />
durante unos diez años en ausencia de su padre. Fue muerto por el<br />
general que tomó Babilonia. Así se aclaró también por qué Belsasar<br />
llamó "tercer señor en el reino" a la más alta distinción que quería<br />
confe~r, ra que Nabonido era el primero y Belsasar el segundo.<br />
c. Vmdicada por la paleografía. Esta ciencia, que trata del estudio de<br />
los libros y otros documentos antiguos, ha hecho también una<br />
importante contribución a la causa de la veracidad histórica de la<br />
Bibli~. Por lo que se refiere a la escritura, hoy sabemos que ésta ya era<br />
practicada por los sumerios. Esta civilización es la más antigua que se<br />
conoce al presente. Data de unos 2.000 años antes de Moisés y unos<br />
1.500 antes de Abraham. Menos antiguos son los documentos<br />
egipcios y fenicios y menos todavía los cananeos y sirios; pero todos<br />
ellos son anteriores al tiempo de Moisés. No es de extrañar, pues, que<br />
Moisés supiera escribir si, como nos dice Hechos 7:22, "fue enseñado<br />
en toda la sabiduría de los egipcios". Hasta es posible que en aquel<br />
entonces existieran documentos en los que Moisés se basó para<br />
escribir el Génesis.<br />
Aunque no tienen la misma fuerza argumentadora de otros<br />
descubrimientos arqueológicos para probar la veracidad histórica de<br />
la Biblia, no dejan de ser interesantes las tradiciones halladas en los<br />
documentos de las civilizaciones antiguas. Estos consisten en relatos<br />
politeístas de la creación, la caída del hombre, la longevidad de los<br />
antiguos, el diluvio y la confusión de lenguas. Su similitud con los<br />
relatos bíblicos es tan grande que uno no puede menos que concluir<br />
qu~ estos últimos fueron hechos históricos conocidos por los pueblos<br />
antiguos.<br />
Todo lo anterior nos demuestra que cuando los israelitas se<br />
establecieron en Canaán estaban rodeados de pueblos que desde<br />
hacía mucho tiempo habían desarrollado el arte de escribir. Es