La educación y sus máscaras - Real Academia de Ciencias Morales ...
La educación y sus máscaras - Real Academia de Ciencias Morales ...
La educación y sus máscaras - Real Academia de Ciencias Morales ...
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
<strong>de</strong> adaptarse a las normas <strong>de</strong> productividad social que otros han<br />
establecido por él. Productividad y conformismo son los valores<br />
máximos <strong>de</strong> un hombre «formado» según la concepción pragmatista<br />
<strong>de</strong> la <strong>educación</strong>; el hombre actúa como máquina <strong>de</strong> producción<br />
y <strong>de</strong> consumo. En el caso <strong>de</strong> los reduccionismos políticos y <strong>de</strong> la<br />
protesta, también la realidad es <strong>sus</strong>tituida por una imagen sesgada,<br />
en la cual sólo aparecen los elementos negativos con los que se<br />
<strong>sus</strong>citan impulsos <strong>de</strong> rebeldía. Para una acción revolucionaria interesa<br />
igualmente suprimir los procesos <strong>de</strong> observación completa y <strong>de</strong><br />
reflexión interior, porque en ellos cada hombre se haría capaz, no<br />
sólo <strong>de</strong> apreciar los aspectos <strong>de</strong>ficientes o negativos <strong>de</strong> la sociedad<br />
y aun <strong>de</strong> la realidad entera, sino también <strong>de</strong> valorar los aspectos o<br />
factores positivos. Tal proceso implica la posibilidad <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisión personal<br />
que lleve al intento <strong>de</strong> modificar, <strong>de</strong> <strong>de</strong>struir si se quiere, las<br />
<strong>de</strong>ficiencias o elementos negativos <strong>de</strong> la sociedad, pero también, y<br />
simultáneamente, al intento <strong>de</strong> conservar y aun reforzar los factores<br />
positivos <strong>de</strong> la existente convivencia humana. Mas para una acción<br />
revolucionaria no interesan <strong>de</strong>cisiones personales ni dilaciones propias<br />
<strong>de</strong> un proceso <strong>de</strong> reflexión. En este caso se trata <strong>de</strong> reforzar, mediante<br />
consignas previamente confeccionadas, las reacciones primarias<br />
en las cuales el hombre se comporta como un autómata, como<br />
un elemento más para las acciones multitudinarias, en las cuales el<br />
pensamiento propio es <strong>sus</strong>tituido por <strong>de</strong>cisiones impuestas. En frase<br />
<strong>de</strong> Marx y Engels «una revolución es, sin duda, la cosa más autoritaria<br />
que existe» HH.<br />
Desconocido u olvidado el proceso interior <strong>de</strong>l pensar, no le quedan<br />
al hombre otros elementos que los biológicos, puestos por la<br />
naturaleza, o las <strong>de</strong>strezas materiales, puestas por la civilización<br />
técnica. En una <strong>educación</strong> <strong>de</strong>spreocupada <strong>de</strong> la interioridad, ni los<br />
impulsos biológicos son regulados <strong>de</strong> acuerdo con la dignidad humana,<br />
ni el sentido <strong>de</strong> las <strong>de</strong>strezas técnicas es comprendido. El<br />
hombre actúa a ratos como una bestia y a ratos como un autómata.<br />
En realidad no hay <strong>educación</strong> sino biología y técnica.<br />
Todos los reduccionismos pedagógicos terminan por traspasar a<br />
la sociedad, la responsabilidad <strong>de</strong> la vida y la acción educativa<br />
<strong>de</strong> la persona.<br />
El pragmatismo y el marxismo <strong>de</strong>splazan la capacidad <strong>de</strong>cisoria<br />
a la cúspi<strong>de</strong> <strong>de</strong> la sociedad -los técnicos programadores en el caso<br />
<strong>de</strong>l pragmatismo, los directivos políticos en el caso <strong>de</strong>l marxismomientras<br />
el nihilismo traslada este po<strong>de</strong>r y responsabilidad a lo que<br />
se suele llamar la base, al «agregado <strong>de</strong> individuos». Este <strong>de</strong>splaza-<br />
104 Cfr. GARCIA GARRID'), J. L., Comunismo y <strong>educación</strong> familiar, Magisterio Español,<br />
1969, p. 30, cita y comentario.<br />
56