La educación y sus máscaras - Real Academia de Ciencias Morales ...
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No basta superar el mimetismo en que vienen a consistir las<br />
técnicas memorísticas. Des<strong>de</strong> luego, era necesario superarlo; pero lo<br />
que se ha hecho no ha pasado, con sobrada frecuencia, <strong>de</strong> cambiarlo<br />
por otro mimetismo: el <strong>de</strong> la acción exterior. Incluso cabe observar,<br />
aunque sólo sea inci<strong>de</strong>ntalmente, que la superación <strong>de</strong>l memorismo<br />
ha sido <strong>de</strong>smesurada y extremosa, por haber <strong>de</strong>scuidado una consi<strong>de</strong>rable<br />
parte <strong>de</strong>l valor que la formación <strong>de</strong> la memoria encierra.<br />
Sobre este punto habría no poco que <strong>de</strong>cir, máxime si se tiene en<br />
cuenta la importancia <strong>de</strong> la maduración que los datos atesorados por<br />
la facultad <strong>de</strong> recordar van logrando inconscientemente en este archivo,<br />
y si no se <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> aten<strong>de</strong>r a la «disciplina <strong>de</strong>l esfuerzo» que<br />
para consolidarlos hace falta, aunque siempre hayan <strong>de</strong> evitarse los<br />
abusos que puedan convertirla en tiranía.<br />
Pero no estriba en ello lo esencial <strong>de</strong>l asunto que ahora examinamos.<br />
Lo <strong>de</strong>cisivo en él ha consistido, según íbamos viendo, en la<br />
<strong>sus</strong>titución <strong>de</strong>l mimetismo mnemónico por el mimetismo activista,<br />
y tanto más cuanto que, sin embargo, hay que reconocer toda la<br />
importancia que posee el cabal <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la humana capacidad<br />
<strong>de</strong> acción externa. Basta tener presente que es a través <strong>de</strong> esta<br />
acción, como el hombre se comunica con su prójimo y como logra<br />
que la realidad sensible se haga plástica y dúctil, a los intereses<br />
dimanantes <strong>de</strong> las necesida<strong>de</strong>s materiales <strong>de</strong>l humano vivir.<br />
Ahora bien, la actividad externa sólo alcanza un valor auténticamente<br />
humano cuando es la culminación <strong>de</strong> un proceso valorativo<br />
y electivo interior al sujeto. De lo contrario, tiene lugar, tan sólo,<br />
como mera repetición, mecánica o animal, <strong>de</strong> 10 que ya la especie<br />
humana viene haciendo, y a 10 sumo no pasa <strong>de</strong> constituir un resultado<br />
<strong>de</strong> una «programación», don<strong>de</strong> la conciencia <strong>de</strong>l sujeto se limita<br />
a <strong>de</strong>sempeñar un cometido simplemente accesorio.<br />
Por eso cabe que la <strong>educación</strong> haya <strong>de</strong>generado en una «máscara»,<br />
y que el pobre hombre que creía que le habían educado haya<br />
sido el objeto <strong>de</strong> una encubierta y triste manipulación. Y da 10 mismo<br />
que ésta se lleve a cabo en nombre <strong>de</strong> unos intereses productivos<br />
cuya índole pragmática se oponga a la utopía revolucionaria,<br />
como que se la haga en nombre <strong>de</strong> esa utopía y empleando los instrumentos<br />
<strong>de</strong> un criticismo político, que cuente con la complicidad<br />
<strong>de</strong> las pasiones más fáciles <strong>de</strong> excitar.<br />
En fin <strong>de</strong> cuentas, ambas cosas coinci<strong>de</strong>n en ser manipulación y,<br />
por lo mismo, en no <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> ser, ninguna <strong>de</strong> ellas, un insidioso<br />
atentado a la más íntima y esencial dignidad <strong>de</strong> la persona humana.<br />
Y, a su vez, ambas manipulaciones son posibles en la medida según<br />
la cual constituyen otros tantos «reduccionismos», tal como siempre<br />
acontece en esas peligrosas abstracciones llamadas i<strong>de</strong>ologías, aunque<br />
luzcan en su envoltura el sello <strong>de</strong> la eficacia o el <strong>de</strong> la invoca-<br />
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