ECO Revista Académica - Universidad Rafael Landívar
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ALVARO FUENTES<br />
Introducción<br />
Existe un consenso prácticamente universal en<br />
cuanto a que el logro de una inflación baja y estable<br />
es sumamente importante para toda la sociedad.<br />
Los efectos nocivos de una alta infl ación son bien<br />
conocidos al igual que los benefi cios de la estabilidad<br />
de precios. Existe mucha literatura sobre el<br />
tema, ver por ejemplo Gerdesmeier (2008), O’Reilly<br />
(1998) o bien Ragan (1998).<br />
Durante los últimos 20 años, muchos países se<br />
han propuesto la estabilidad de precios como objetivo<br />
prioritario de política económica. Debido a ello,<br />
muchos bancos centrales alrededor del mundo han<br />
adoptado explícitamente la estabilidad de precios<br />
como objetivo fundamental, ya que esta institución<br />
es la responsable de llevar a cabo las acciones de<br />
política correspondientes para preservar el valor<br />
de la moneda. Este nuevo paradigma, impulsado<br />
por el Fondo Monetario Internacional, se plasma de<br />
manera elocuente en lo declarado por el Banco de<br />
México en varios documentos oficiales: “Mantener<br />
la estabilidad de precios es la mejor contribución<br />
que un Banco Central puede hacer al desarrollo<br />
económico y al bienestar social de un país”. Por<br />
su parte, Mario García Lara, ex vicepresidente del<br />
Banco de Guatemala, declaró en varias ocasiones<br />
que “…la mejor contribución que puede hacer la política<br />
monetaria al logro del crecimiento económico<br />
sostenible es la de mantener la infl ación en niveles<br />
bajos”. (García Lara (2002)). Frases equivalentes<br />
aparecen en muchos documentos públicos de<br />
distintos bancos centrales que han adoptado la<br />
estabilidad de precios como objetivo fundamental.<br />
El Banco de Guatemala ha asumido desde 2002<br />
como objetivo fundamental “Promover la estabilidad<br />
en el nivel general de precios”. Este es un<br />
compromiso de carácter legal ante la sociedad.<br />
En este marco se ha adoptado el esquema de<br />
metas explícitas de infl ación (infl ation targeting). La<br />
adopción de este objetivo lleva implícito el principio<br />
de que las acciones del Banco Central tienen una<br />
fuerte infl uencia sobre el nivel general de precios,<br />
es decir, el Banco Central de alguna manera es<br />
capaz de controlar la infl ación.<br />
Existen muchos ejemplos históricos alrededor del<br />
mundo en donde períodos de alta inflación han sido<br />
provocados por la excesiva emisión de medios de<br />
pago, esto es, cuando la oferta de dinero no corresponde<br />
con la demanda de dinero existente en la<br />
economía, situación que termina causando presiones<br />
en los precios 2 . En este sentido, el Banco Central es<br />
responsable de la tasa de inflación, pues en condiciones<br />
normales, un manejo monetario prudente garantiza<br />
que no se presentará una inflación alta. Por otro<br />
lado, la inflación también se ve influenciada por otros<br />
factores, por ejemplo shocks 3 de oferta interna o de<br />
precios externos, sobre los que el Banco Central no<br />
tiene ningún control. No importa cuán bueno sea su<br />
trabajo en lo referente al manejo del sector monetario<br />
de la economía, existen factores exógenos que no<br />
pueden ser controlados por el Banco Central y que<br />
impactarán en la tasa de inflación. En resumen, inflaciones<br />
altas, por ejemplo arriba del 15% ó 20%, muy<br />
probablemente están asociadas a un mal manejo en<br />
la política monetaria. Por otro lado, tasas de inflación<br />
inferiores a esos niveles, si bien pueden igualmente<br />
estar asociadas a fenómenos monetarios, también<br />
pueden derivarse de factores como los mencionados,<br />
exógenos a la acciones del Banco Central.<br />
Una de las características fundamentales del esquema<br />
de metas explícitas de infl ación es que el<br />
Banco Central se plantea y anuncia públicamente<br />
una meta de infl ación. Sin embargo, dado que<br />
existen factores exógenos a la política monetaria<br />
que también afectan la infl ación y que están totalmente<br />
fuera del control de las autoridades monetarias<br />
surge la pregunta ¿Debe ser la estabilidad<br />
de precios responsabilidad únicamente del Banco<br />
Central En las siguientes páginas se presentan<br />
argumentos para apoyar la siguiente conclusión: al<br />
menos en una economía como la guatemalteca, el<br />
Banco Central no debería ser el único responsable<br />
de promover una infl ación baja y estable.<br />
El propósito principal de este artículo es llamar la<br />
atención de académicos y encargados de política<br />
2 Por ejemplo Rogers y Wang (1993) analizan el caso especial<br />
de algunos países en América Latina.<br />
3 La palabra shocks o “choque” es utilizada en la jerga económica<br />
para denotar movimientos bruscos o inusuales en<br />
ciertas variables (como la oferta de un producto o su precio)<br />
que a menudo son provocados por factores extra económicos<br />
o situaciones anormales. Por ejemplo, una mala cosecha de<br />
trigo, ocasionada por factores climáticos, es considerada un<br />
“shock” (negativo) para la oferta de este bien.<br />
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