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LA ENFERMEDAD Y SUS METÁFORAS - eTableros

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inscripción alguna medida para combatir la tuberculosis. En una espada dice<br />

«Limpieza», en otra «Sol», «Aire», «Reposo», «Comida adecuada», «Higiene». (Claro que<br />

ninguna de estas armas tenía el menor efecto. Lo que conquista —es decir, cura— la<br />

tuberculosis son los antibióticos, que no se descubrieron hasta unos veinte años más<br />

tarde, en los años cuarenta.)<br />

En una época era el médico quien libraba la bellum contra morbum, la guerra<br />

contra la enfermedad; ahora es la sociedad entera. En efecto, el aprovechamiento de la<br />

guerra para movilizar ideológicamente a las masas ha conferido eficacia a la idea de la<br />

guerra como metáfora para todo tipo de Campañas curativas cuyos fines se plasman<br />

en una derrota de un «enemigo». Hemos visto guerras contra la pobreza, sustituidas<br />

hoy día por la «guerra contra la droga» y guerras contra determinadas enfermedades,<br />

como el cáncer. Puede que el abuso de la metáfora militar sea inevitable en la sociedad<br />

capitalista, una sociedad que restringe cada vez más el propósito y la credibilidad de<br />

las llamadas a la ética y en la que quien no somete sus propias acciones al cálculo del interés<br />

y provecho propios es un necio. Hacer la guerra es una de las pocas empresas ante<br />

las que no se pide a la gente que sea «realista»; es decir, que tenga presentes el costo y los<br />

resultados prácticos. En una guerra abierta el gasto lo es todo, no exige prudencia; la<br />

guerra es, por definición, una emergencia para la que ningún sacrificio es excesivo.<br />

Pero las guerras contra las enfermedades no consisten simplemente en una llamada a<br />

que se preste mayor atención o a que se dedique más dinero a la investigación. La<br />

metáfora militar sirve para describir una enfermedad particularmente temida como se<br />

teme al extranjero, al «otro», al igual que el enemigo en la guerra moderna; y el salto<br />

que media entre demonizar la enfermedad y achacar algo al paciente es inevitable, por<br />

mucho que se considere a éste como víctima. Las víctimas sugieren inocencia. Y la<br />

inocencia, por la inexorable lógica subyacente en todo término que expresa una<br />

relación, sugiere culpa.<br />

Las metáforas militares contribuyen a estigmatizar ciertas enfermedades y, por<br />

ende, a quienes están enfermos. Precisamente, el descubrimiento de la estigmatización<br />

de los pacientes con cáncer me llevó a escribir La enfermedad y sus metáforas.<br />

Yo misma tuve cáncer, hace doce años, y lo que más me enfurecía —y me distraía<br />

de mi propio terror y desesperación ante el sombrío pronóstico de mis médicos— era<br />

ver hasta qué punto la propia reputación de la enfermedad aumentaba el sufrimiento<br />

de quienes la padecían. Muchos de mis compañeros de enfermedad, con quienes tuve<br />

ocasión de hablar durante mis primeras hospitalizaciones, y otros que conocí como<br />

paciente externa durante los dos años y medio siguientes de quimioterapia en varios<br />

hospitales de Estados Unidos y Francia, mostraban su disgusto por la enfermedad,<br />

sentían una suerte de vergüenza. Parecían estar dominados por ciertas fantasías sobre<br />

su enfermedad, que para mí nada tenían de seductoras. Y se me ocurrió que algunas de<br />

estas ideas eran contrarias a las creencias, hoy en día totalmente desacreditadas, acerca<br />

de la tuberculosis. Así como con frecuencia se había considerado sentimentalmente que<br />

la tuberculosis acentuaba la identidad, el cáncer era considerado con visceral<br />

revulsión, como una degradación del yo. Aparecían igualmente ficciones sobre la<br />

responsabilidad y sobre la predisposición caracterológica a la enfermedad: se supone<br />

que el cáncer es una enfermedad a la que son especialmente propensos los derrotados<br />

psíquicos, los inexpresivos, los reprimidos —sobre todo los que han reprimido la ira o el<br />

sexo—, tal como durante todo el siglo XIX y parte del XX (de hecho, hasta que se<br />

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http://www.scribd.com/users/Barricadas/document_collections

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