14.05.2015 Views

cincuenta-sombras-liberadas-libro-3

cincuenta-sombras-liberadas-libro-3

cincuenta-sombras-liberadas-libro-3

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

—Maldita sea, es mi mujer. Yo la llevaré —dice con los dientes apretados mientras aparta el soporte del<br />

gotero de su camino.<br />

—¡Señor Grey! —protesta la enfermera.<br />

Pero él la ignora, se agacha para cogerme en brazos y me levanta de la cama con suavidad. Yo le rodeo el<br />

cuello con los brazos y mi cuerpo se queja. Vaya, me duele todo. Me lleva hasta el baño y la enfermera Nora<br />

nos sigue empujando el soporte del gotero.<br />

—Señora Grey, pesa usted muy poco —murmura con desaprobación mientras me baja y me deposita sobre<br />

mis pies. Me tambaleo. Tengo las piernas como gelatina. Christian enciende la luz y quedo cegada<br />

momentáneamente por una lámpara fluorescente que zumba y parpadea para cobrar vida.<br />

—Siéntate, no vaya a ser que te caigas —me dice todavía agarrándome.<br />

Con cuidado, me siento en el váter.<br />

—Vete. —Hago un gesto con la mano para que se vaya.<br />

—No. Haz pis, Ana.<br />

¿Podría ser más vergonzoso esto?<br />

—No puedo, no contigo ahí.<br />

—Podrías caerte.<br />

—¡Señor Grey!<br />

Los dos ignoramos a la enfermera.<br />

—Por favor —le suplico.<br />

Levanta las manos en un gesto de derrota.<br />

—Estaré esperando ahí mismo. Con la puerta abierta.<br />

Se aparta un par de pasos hasta que queda justo al otro lado de la puerta, junto a la enfadada enfermera.<br />

—Vuélvete, por favor —le pido. ¿Por qué me siento ridículamente tímida con este hombre? Pone los ojos<br />

en blanco pero obedece. En cuanto me da la espalda, por fin me relajo y saboreo el alivio.<br />

Hago un recuento de los daños. Me duele la cabeza, también el pecho donde Jack me dio la patada y el<br />

costado sobre el que caí al suelo. Además tengo sed y hambre. Madre mía, estoy realmente hambrienta.<br />

Termino y agradezco que el lavabo esté tan cerca que no necesito levantarme para lavarme las manos. No<br />

tengo fuerza para ponerme en pie.<br />

—Ya he acabado —digo, secándome las manos con la toalla.<br />

Christian se gira, vuelve a entrar y antes de darme cuenta estoy otra vez en sus brazos. He echado de<br />

menos sus brazos. Se detiene un momento y entierra la nariz en mi pelo.<br />

—Oh, cuánto la he echado de menos, señora Grey —susurra. Me tumba de nuevo en la cama y me suelta,<br />

creo que a regañadientes, siempre con la enfermera Nora, que no para quieta, detrás de él.<br />

—Si ya ha acabado, señor Grey, me gustaría ver cómo está la señora Grey.<br />

La enfermera Nora está enfadada.<br />

Él se aparta.<br />

—Toda suya —dice en un tono más moderado.<br />

Ella le mira enfurruñada y después se centra en mí. Es irritante, ¿a que sí?<br />

—¿Cómo se siente? —me pregunta con una voz llena de compasión y un punto de irritación, que supongo

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!