35Al <strong>final</strong>, quien no responde a los dictámenes sociales, no merece el reconocimiento socialpleno y se hace merecedora de la discriminación y la violencia. Esto representa un problemapara las mujeres, pero no incomoda al sistema social, que de esto se alimenta y enriquece.A nivel internacional, lo que nos preocupa es que lo que se transmite como imagen de lamujer brasileña, fuera de Brasil, genera la idea de que el país está lleno de mujeres hermosas,lindos cuerpos y siempre sexualmente recep vas. Las brasileñas en el exterior se quejan de untratamiento absolutamente irrespetuoso en la medida en que se presentan como brasileñas(“¿Ah, sí? ¡Excelente! ¡Entonces vamos a acostarnos!”). Esto es mula la imaginación ycontribuye al turismo sexual, como vimos en las camisetas comercializadas en Estados Unidospor Adidas en homenaje al Mundial de Futbol 2014 (presentando la bandera de maneraes lizada y transformando la pelota central en un corazón que lleva cola less/hilo dental que setransforma en una cola femenina).Violencia en los mediosNuestros medios también abordan hartamente la violencia. Pero destacan la violencia queafecta a las personas individuales y a sus intereses par culares, sobre todo la propiedad privada(asaltos, secuestros, robos), ignorando muchas otras formas de violencia: la de las regiones máspobres, de la exclusión social, de los conflictos del campo; la violencia pasiva (cuando, porejemplo, no se implementan las normas de seguridad en el trabajo, para preservar la salud y lavida); la violencia indirecta (cuando usamos productos que pueden desencadenar un efectoposterior peligroso– como spray o combus ble para el coche-); la violencia simbólica blanca(cuando la pobreza parece ser consecuencia inevitable de un cierto “orden natural”); y otrastantas más.La violencia de género aparece también, pero siempre aislada de su contexto, ponderación yconsecuencias –se torna visible solamente cuando ene potencial de atraer y llamar laatención–; se la personaliza, explorando imaginariamente el sufrimiento, y haciendo de eso unespectáculo que da audiencia y no hiere los intereses comerciales (como cuando se exhibiódurante días la historia del secuestro de una joven, por parte de su ex novio, que terminó con sumuerte trágica y el encarcelamiento del hombre). Pero no se relata la no cia de los suicidios, olos intentos de violación, en nuestro subterráneo nocturno.La programación televisiva está cargada de violencia – en las películas, en las luchas, en losjuegos-, al punto de socializarnos en modelos de acción violenta, que antes no noscaracterizaban. La exhibición constante de tantas escenas de violencia termina por banalizarla,por naturalizarla, de manera que, al pretender conver rla en no cia, su “espectacularización”
36resulta casi necesaria.El telón de fondo sobre el cual ella se cons tuye -la opresión de género, la desigualdad y laexclusión-, no es un enfoque de discusión, de reflexión ni de cues onamiento.Los mecanismos de controlEn Brasil, el único mecanismo de control de los medios es el CONAR – Órgano de AutoReglamentación de los Publicitarios- además de la presencia de una persona que cumple el rolde “ombudsman” (u oyente de la audiencia) en la redacción de algún que otro gran medio.La, o el, ombusdman, recibe cartas de las personas que ven, escuchan o leen los medios,verifica la per nencia del reclamo y publica en una columna semanal contenidos referidos altema.El CONAR recibe reclamos de la ciudadanía sobre la publicidad y, cuando éstos cons tuyenuna can dad significa va, evalúa su per nencia y, lo máximo que pide, es la re rada del aire dealgún anuncio considerado inadecuado. La respuesta a los reclamos no es tan ágil como podríaserlo, y las decisiones que toma el Consejo raramente contrarían los intereses de las personas oempresas demandadas.El impaseVivimos, hasta hace poco empo, en un período de impase en Brasil, entre las demandas delmovimiento social y la resistencia de los medios de comunicación a permi r cualquier avance,en una situación que se completaba con una aparente falta de urgencia por parte del gobiernopara implementar cambios en ese sector en lo que se refiere a cualquier forma de control socialde los medios.Los grandes medios (radio, periódicos, revistas, televisión) se concentran en pocas manos.Se discute si serían seis o nueve las familias que controlan a todos los medios de comunicacióndel país. Y el problema se agrava cuando percibimos la dimensión de la “propiedad cruzada”-losdueños de las emisoras de televisión también concentran en sus manos la propiedad de losmedios escritos y hablados, formando grandes monopolios y oligopolios-.Es importante acordarnos que el monopolio de los medios teóricamente no está permi doen Brasil y que los medios de mayor penetración (radio y televisión) son concesiones <strong>públicas</strong>.Las ondas electromagné cas pertenecen a la población brasileña y es competencia de una
- Page 1 and 2: Un camino por recorrerSandra Chaher
- Page 3: 2Este libro, como todo,es para Dieg
- Page 7 and 8: 6y las niñas, niños y adolescente
- Page 9 and 10: 8que defienda a las audiencias, a l
- Page 11 and 12: 10Podemos notar día a día algunos
- Page 13 and 14: 12INTRODUCCIÓNLa persistencia es l
- Page 15 and 16: 14humanos. No pueden invocar el der
- Page 17 and 18: 16Implementación en Argentina deun
- Page 19 and 20: 18comunicación en el marco de gobi
- Page 21 and 22: 20u lización de mujeres, adolescen
- Page 23 and 24: 22género en los medios hubiera gen
- Page 25 and 26: 24expediente abierto por violencia
- Page 27 and 28: 26Sin embargo, un aspecto aún sin
- Page 29 and 30: 28Informe Nacional. 2010.Chaher, Sa
- Page 31 and 32: 30Violencia; sin embargo, para pode
- Page 33 and 34: 32Los medios, en Brasil, se empeña
- Page 35: 34anunciado, como en las publicidad
- Page 39 and 40: 38Franklin Mar ns, acogió las prop
- Page 41 and 42: 40Las emisoras de televisión abier
- Page 43 and 44: 42- Foucault, Michel. Vigiar e puni
- Page 45 and 46: 44En Colombia las mujeres conforman
- Page 47 and 48: 46promover una imagen no estereo pa
- Page 49 and 50: 48en derecho de la Universidad de L
- Page 51 and 52: 50el debate alrededor de la liberta
- Page 53 and 54: 52Alcaldía Mayor de Bogotá, a tra
- Page 55 and 56: 54de comunicación enen dentro de s
- Page 57 and 58: 56Alta Consejería Presidencial par
- Page 59 and 60: 58- Juan Felipe Echeverry, responsa
- Page 61 and 62: 60IntroducciónLa Plataforma de Acc
- Page 63 and 64: 62agenda pública de los países de
- Page 65 and 66: 64Otra estrategia seguida por estos
- Page 67 and 68: 66En este contexto, las feministas
- Page 69 and 70: 68Quiero cerrar mi par cipación ci
- Page 71 and 72: 70Controversias sobre la libertad d
- Page 73 and 74: 72la Convención Interamericana Con
- Page 75 and 76: 74una invitación de la Secretaría
- Page 77 and 78: 76nuevos cargos en los doce meses p
- Page 79 and 80: La publicidad no sexista78El peso e
- Page 81 and 82: 80alcanzados en el Comité Técnico
- Page 83 and 84: 82Avdolov, Mar n. “La publicidad
- Page 85 and 86: 84La Venezuela actual está caracte
- Page 87 and 88:
86El presidente Chávez solía cali
- Page 89 and 90:
88extender su aplicación a otros a
- Page 91 and 92:
90ministerio en materia de comunica
- Page 93 and 94:
92tradicional de madre, esposa, con
- Page 95 and 96:
94propiciado la suspicacia y descr
- Page 97 and 98:
96Gómez, Luisana. “Nosotras en l
- Page 99 and 100:
Caracas, 1975.- PROVEA. “Informe
- Page 101:
100