12.07.2015 Views

Leer-Cuentos.-Horacio-Quiroga

Leer-Cuentos.-Horacio-Quiroga

Leer-Cuentos.-Horacio-Quiroga

SHOW MORE
SHOW LESS
  • No tags were found...

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Un peónUna tarde, en Misiones, acababa de almorzar cuando sonó el cencerrodel portoncito. Salí afuera y vi detenido a un hombre joven, con el sombreroen una mano y una valija en la otra.Hacía cuarenta grados fácilmente, que sobre la cabeza crespa de mihombre obraban como sesenta. No parecía él, sin embargo, inquietarse enlo más mínimo. Lo hice pasar, y el hombre avanzó sonriendo y mirando concuriosidad la copa de mis mandarinos de cinco metros de diámetro que,dicho sea de paso, son el orgullo de la región –y el mío.Le pregunté qué quería, y me respondió que buscaba trabajo. Entonceslo miré con más atención.Para peón, estaba absurdamente vestido. La valija, desde luego de suelay con lujo de correas. Después el traje, de cordero marrón sin una mancha.Por fin, las botas; y no botas de obraje, sino artículo de primera calidad. Ysobre todo, el aire elegante, sonriente y seguro de mi hombre. ¿Peón él?...—Para todo trabajo –me respondió alegre–. Me sé tirar de hacha y deazada... Tengo trabalhado antes de ahora no Foz-do-lguassú; e fize unaplantación de papas.El muchacho era brasileño, y hablaba una lengua de frontera, mezclade portugués-español-guaraní, fuertemente sabrosa.—¿Papas? ¿Y el sol? –observé–. ¿Cómo se las arreglaba?—¡Oh! –me respondió encogiéndose de hombros–. O sol no hacenada... Tené cuidado usted de mover grande la tierra con a azada... ¡Y daleduro a o yuyo! El yuyo es el peor enemigo por la papa.cuentos180

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!