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Leer-Cuentos.-Horacio-Quiroga

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de belleza, Coralina se alegraba bastante de la ausencia de su hermanaFrontal, cuyos triples anillos negros y blancos sobre fondo de púrpura colocana esta víbora de coral en el más alto escalón de la belleza ofídica.Las Cazadoras estaban representadas esa noche por Drimobia, en primertérmino, cuyo destino es ser llamada yararacusú del monte, aunque suaspecto sea bien distinto. Asistían, Cipó, de un hermoso verde y gran cazadorade pájaros; Radínea, pequeña y oscura, que no abandona jamás loscharcos; Boipeva, cuya característica es achatarse completamente contra elsuelo, apenas se siente amenazada; Trigémina y Esculapia, como sus demáscompañeras arborícelas.Faltaban asimismo varias especies de las venenosas y de las cazadoras,ausencia ésta que requiere una aclaración.Al decir Congreso pleno, hemos hecho referencia a la gran mayoría delas especies, y sobre todo de las que se podría llamar reales por su importancia.Desde el primer Congreso de las Víboras se acordó que las especiesnumerosas, estando en mayoría, podían dar carácter de absoluta fuerzaa sus decisiones. De aquí la plenitud del Congreso actual, bien que fueralamentable la ausencia de la yarará Surucucú, a quien no había sido posiblehallar por ninguna parte; hecho tanto más de sentir cuanto que esta víbora,que puede alcanzar a tres metros, es, a la vez que reina en América, vicemperatrizdel Imperio Mundial de las Víboras, pues sólo una la aventaja entamaño y potencia de veneno: la hamadrías asiática.Alguna faltaba –fuera de Cruzada–; pero las víboras todas afectaban nodarse cuenta de su ausencia.A pesar de todo, se vieron forzadas a volverse al ver asomar por entrelos helechos una cabeza de grandes ojos vivos.—¿Se puede? –decía la visitante alegremente.Como si una chispa eléctrica hubiera recorrido todos los cuerpos, lasvíboras irguieron la cabeza al oír aquella voz.—¿Qué quieres aquí? –gritó Lanceolada con profunda irritación.—¡Este no es tu lugar! –clamó Urutú Dorado, dando por primera vezseñales de vivacidad.—¡Fuera! ¡Fuera! –gritaron varias con intenso desasosiego.Pero Terrífica, con silbido claro, aunque trémulo, logró hacerse oír.biblioteca ayacucho297

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