IDEA mayo-junio de <strong>1996</strong> 95
de PablonomíaPOR PEDRO JORGE VULOVICYo tenía un patito, / vidalitá, / con una guitarra.Al cantar decía, / vidalicuá, / y se equivocaba.Horacio Enrique Guillén, Vidalita del Patito Cantor (1)Esta nota podría haberse titulado “Autobiografíade un argentino exitoso”, ya que su objetivo estratar del vigésimoquinto libro de Juan Carlos dePablo. (2) Mientras estaba completando la relecturade “Apuntes a mitad de camino”, ¡zas!, publicó el tercertomo de su “Incompletísimo diccionario de economía”, (3)menos extenso. Dado que soy contador, y no economista,permítanme usar el criterio LIFO (last in, first out, o seaúltimo entrado, primero salido), y comenzar por el“Incompletísimo tres”.Como en los tomos anteriores, el libro incluye concisasbiografías de economistas, breves explicaciones de términoseconómicos, claras y ocurrentes, y también sucintasrelaciones entre dos o más términos. Cuarenta y uno,cuarenta y tres y dieciséis artículos, respectivamente, quesuman cien.Como si eso fuera poco... una innovación:agrega al comienzo del tomo el resumen enespañol de dos extensas biografías recientes,publicadas en inglés, relativas a dos personajesno economistas: Francisco Franco visto por elhistoriador inglés Paul Preston y la autobiografíade Nelson Mandela, (4) a quienes les ha dedicadomucho más espacio que a los principales economistasdel tomo: Pinedo, Diéguez y el premioNobel William Arthur Lewis. (5)La que más me gustó fue la biografía deDiéguez, ya que en ella (tal vez la más trabajaday la más meditada, pues fue un tema central de otro libro,cuya recensión podrá encontrar en mi nota de la RevistaIDEA N° 190) (6) es donde mejor ha logrado fusionar loracional con lo emocional.Pero volvamos a los “Apuntes a mitad de camino”. Unprejuicio: toda autobiografía es una novela. Es la vida dealguien que desde su punto de vista construye una obraliteraria. De manera que JCdP, quien sólo excepcionalmenteha recibido comentarios bibliográficos de suscolegas (el de José Luis Machinea sobre el primer libro demacroeconomía), (7) no los va a recibir ahora de ellos,primero, dado como son, y segundo, dada esta temática.Menos todavía puede esperar de quienes, sintiéndosemiembros de la selecta “intelligentsia”de la pluma, han deconsiderarlo un advenedizo de la literatura, para ponerloen términos suaves. (8)Bueno, tendrá que conformarse con lo que sigue... (9) Lasprimeras cuatrocientas páginas, cuatro quintas partes de laobra (23 de sus 33 capítulos, en adelante C.), son un relatocronológico de la vida de JCdP. (10) Quien no nació en 1944,como dice la solapa de Planeta en su libro “Quién hubieradicho”, sino el 25 de noviembre de 1943, según consignael C.0. (11) Que no nos dice dónde.Suponemos que en la Capital Federal, porque en el C.2afirma “soy porteño”.Después nos cuenta en distintos capítulos, con método,sobre su familia, su casa, su barrio, sus amigos, sus cambiosde barrio, el primario, el secundario, la universidad: la UCA,que ocupa el C.10. Adelanta el posgrado en Harvard alC.11, para tener toda la serie de su educacion formal enseguida. Inicia después el relato de las experiencias detrabajo: en el estudio del Contador Llado, el CONADE, elInstituto DiTella, FIEL, el servicio militar en el Ejército, elMinisterio de Economía, IDEA, su estreno comocuentapropista, el periódico “El Cronista”, “Carta Económica”,y finalmente, su estudio, Depabloconsult, o DPC,con lo que llega a 1993, en el C.29.En las últimas cien páginas, el último quinto dellibro (C.23 al 33), deja lo cronológico e incluyetres capítulos que conciernen a su actividadprofesional como autor, profesor, conferencistay comunicador. Se refiere a premios, viajes,encuentros, él y la asociación de economistas.Concluye declarando su escala de valores, quenos lleva de regreso al autorretrato.Para todos esos contenidos, JCdP debe habertrabajado con agendas y demás ayudas escritasen apoyo de su muy buena memoria natural.Además, me consta que se tomó el trabajo de enviarle amuchos amigos los originales del capítulo en que figurabanpara recibir observaciones sobre los hechos. (12) Poreso, va a ser difícil que un tercero pueda mejorar omodificar lo que nos deja por escrito sobre sí y muchosde los hechos. Acerca de las opiniones, por supuesto,queda amplio margen de discrepancia.Aquí, un par de comparaciones.Cuando recibí el volumen impreso, al ver la extensión deltexto y los cincuenta años de vida, me vino inicialmentea la memoria “Mi vida (1813-1868)”, autobiografía deRichard Wagner, incluída en las traducciones al castellanode la colección Turner Música que dirige el músicoespañol Luis de Pablo (SIC). (13) Pero con la relectura de laparte cronológica de la obra, el paralelo se desplazó a otrabiografía. Al “Wolfgang Amadeus Mozart” de Jean yBrigitte Massin (de la misma colección). (14) Porque, como96 IDEA mayo-junio de <strong>1996</strong>