Pactos para la igualdad: Hacia un futuro sostenible
El documento que la CEPAL da a conocer en esta ocasión profundiza en la línea de la igualdad de los presentados en sus dos anteriores períodos de sesiones: La hora de la igualdad: brechas por cerrar, caminos por abrir (2010, Brasilia), y Cambio estructural para la igualdad: Una visión integrada del desarrollo (2012, El Salvador). Bajo el título Pactos para la igualdad: hacia un futuro sostenible, el actual documento de posición plantea los dos grandes retos que enfrenta el desarrollo en América Latina y el Caribe: lograr mayores grados de igualdad y procurar sostenibilidad en la dinámica del desarrollo de cara a las nuevas generaciones.
El documento que la CEPAL da a conocer en esta ocasión profundiza en la línea de la igualdad de los presentados en sus dos anteriores períodos de sesiones: La hora de la igualdad: brechas por cerrar, caminos por abrir (2010, Brasilia), y Cambio estructural para la igualdad: Una visión integrada del desarrollo (2012, El Salvador).
Bajo el título Pactos para la igualdad: hacia un futuro sostenible, el actual documento de posición plantea los dos grandes retos que enfrenta el desarrollo en América Latina y el Caribe: lograr mayores grados de igualdad y procurar sostenibilidad en la dinámica del desarrollo de cara a las nuevas generaciones.
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Comisión Económica <strong>para</strong> América Latina y el Caribe (CEPAL)<br />
estas cumplen <strong>un</strong>a doble jornada: además de sus crecientes responsabilidades <strong>la</strong>borales, se hacen cargo de <strong>la</strong> mayor<br />
parte del esfuerzo de cuidado y de <strong>la</strong>s tareas del hogar.<br />
b) Pobreza y vulnerabilidad: avances y alertas<br />
El resultado directo de los aumentos del empleo y de los ingresos <strong>la</strong>borales en <strong>la</strong> región ha sido el descenso de<br />
<strong>la</strong> pobreza. En 2013, <strong>la</strong> tasa de pobreza de América Latina fue del 27,9% de <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción; <strong>la</strong> indigencia, o pobreza<br />
extrema, llegó a <strong>un</strong> 11,5% (véase el gráfico I.17). De esta manera, <strong>la</strong> caída acumu<strong>la</strong>da de <strong>la</strong> pobreza llega a 16 p<strong>un</strong>tos<br />
porcentuales desde 2002, como resultado de disminuciones prácticamente sin excepciones durante los últimos diez<br />
años. También se registra <strong>un</strong>a reducción apreciable de <strong>la</strong> pobreza extrema con respecto a 2002, de casi 8 p<strong>un</strong>tos<br />
porcentuales, a<strong>un</strong> cuando en este caso el ritmo de disminución se ha frenado en los años recientes, principalmente<br />
debido a <strong>un</strong> aumento del costo de los alimentos superior a <strong>la</strong> inf<strong>la</strong>ción general.<br />
Gráfico I.17<br />
América Latina: evolución de <strong>la</strong> pobreza y <strong>la</strong> indigencia, 1980-2013<br />
(En porcentajes y millones de personas)<br />
60<br />
Porcentajes<br />
50<br />
40<br />
30<br />
20<br />
40,5<br />
18,6<br />
48,4<br />
22,6<br />
43,8 43,9<br />
18,6<br />
19,3<br />
33,5<br />
29,6<br />
28,2 27,9<br />
12,9 11,6 11,3 11,5<br />
10<br />
0<br />
1980 1990 1999 2002 2008 2011 2012 2013<br />
Millones de personas<br />
250<br />
200<br />
150<br />
100<br />
136<br />
62<br />
204<br />
215<br />
95 91<br />
225<br />
99<br />
186<br />
170 164 164<br />
72 67 66 68<br />
50<br />
0<br />
1980 1990 1999 2002 2008 2011 2012 2013<br />
Capítulo I<br />
Indigentes<br />
Pobres no indigentes<br />
Fuente: Comisión Económica <strong>para</strong> América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre <strong>la</strong> base de tabu<strong>la</strong>ciones especiales de <strong>la</strong>s encuestas de hogares.<br />
Nuevamente, estas buenas noticias vienen acompañadas de sombras. Una proporción significativa de <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción<br />
permanece en condiciones de vulnerabilidad porque sus ingresos son cercanos a <strong>la</strong> línea de pobreza. Si se considera<br />
vulnerables a quienes perciben <strong>un</strong> ingreso mensual que se sitúa en <strong>un</strong> rango entre 1,2 y 1,8 líneas de pobreza, <strong>un</strong><br />
porcentaje muy alto de <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción <strong>la</strong>tinoamericana, más de 50% en muchos países, se mantiene en <strong>la</strong> pobreza<br />
o <strong>la</strong> vulnerabilidad (véase el gráfico I.18). Estas personas disponen de poca capacidad <strong>para</strong> enfrentar los ciclos del<br />
crecimiento y del empleo, ya que en su mayoría carecen de ahorros monetarios, acceso a seguridad social o vivienda<br />
propia. Asimismo, presentan altas tasas de dependencia y escasos niveles de formación, lo que limita su inserción en<br />
el mercado de trabajo y sus posibilidades de progresar en <strong>la</strong>s fases de expansión económica, al tiempo que exacerba<br />
los altos riesgos que enfrentan de volver a <strong>la</strong> pobreza durante los cambios en el ciclo económico. Es por ello que,<br />
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