Patriarcas Y Profetas por Elena White

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las riquezas de su padre. Estas eran bendiciones que él podía avalorar. "Levántese mi padre -dijo,- y coma de la caza de su hijo, para que me bendiga tu alma." Temblando de asombro y congoja, el anciano padre se dio cuenta del engaño cometido contra él. Habían sido frustradas las caras esperanzas que había albergado durante tanto tiempo, y sintió en el alma el desengaño que había de herir a su hijo mayor. Sin embargo, se le ocurrió como un relámpago la convicción de que era la providencia de Dios la que había vencido su intención, y había realizado aquello mismo que él había resuelto impedir. Se acordó de las palabras que el ángel había dicho a Rebeca, y no obstante el pecado del cual Jacob ahora era culpable, vio en él al hijo más capaz para realizar los propósitos de Dios. Cuando las palabras de la bendición estaban en sus labios, había sentido sobre sí el Espíritu de la inspiración; y ahora, conociendo todas las circunstancias, ratificó la bendición que sin saberlo había pronunciado sobre Jacob: "Yo le bendije, y será bendito." Esaú había menospreciado la bendición mientras parecía estar a su alcance, pero ahora que se le había escapado para siempre, deseó poseerla. Se despertó toda la fuerza de su naturaleza impetuosa y apasionada, y su dolor e ira fueron terribles. Gritó con intensa amargura "Bendíceme también a mí, padre mío." "¿No has guardado bendición para mi?" Pero la promesa dada no se había de revocar. No podía recobrar la primogenitura que había trocado tan descuidadamente. "Por una vianda," con que satisfizo momentáneamente el apetito que nunca había reprimido, vendió Esaú su herencia; y cuando comprendió su locura, ya era tarde para recobrar la bendición "No halló lugar de arrepentimiento, aunque la procuró con lágrimas." (Heb. 12: 16, 17) Esaú no quedaba privado del derecho de buscar la gracia de Dios mediante el arrepentimiento; pero no podía encontrar medios para recobrar la primogenitura. Su dolor no provenía de que estuviese convencido de haber pecado; no deseaba reconciliarse con Dios. Se entristecía por los resultados de su pecado, no por el pecado mismo. A causa de su indiferencia hacia las bendiciones y requerimientos divinos, la Escritura llama a Esaú "profano." Representa a aquellos que menosprecian la redención comprada para ellos por Cristo, y que están dispuestos a sacrificar su herencia celestial a cambio de las cosas perecederas de la tierra. Multitudes viven para el momento presente, sin preocuparse del futuro. Como Esaú exclaman: "Comamos y bebamos, que mañana moriremos." (1 Cor. 15: 32) Son dominados por sus inclinaciones; y en vez de practicar la abnegación, pasan por alto las consideraciones de más valor. Si se trata de renunciar a una de las dos cosas, la satisfacción de un apetito depravado o las bendiciones celestiales prometidas solamente a los que practican la abnegación de sí mismos y temen a Dios, prevalecen las exigencias del apetito, y Dios y el cielo son tenidos en poco. ¡Cuántos, aun entre los que profesan ser cristianos, se aferran a goces perjudiciales para la salud, que entorpecen la sensibilidad del alma! 121
Cuando se les presenta el deber de limpiarse de toda inmundicia del espíritu y de la carne, perfeccionando la santidad en el temor de Dios, se ofenden. Ven que no pueden retener esos goces perjudiciales, y al mismo tiempo alcanzar el cielo, y como la senda que lleva a la vida eterna les resulta tan estrecha, concluyen por decidirse a no seguir en ella. Millares de personas están vendiendo su primogenitura para satisfacer deseos sensuales. Sacrifican la salud, debilitan las facultades mentales, y pierden el cielo; y todo esto por un placer meramente temporal, por un goce que debilita y degrada. Así como Esaú despertó para ver la locura de su cambio precipitado cuando era tarde para recobrar lo perdido, así les ocurrirá en el día de Dios a los que han trocado su herencia celestial por la satisfacción de goces egoístas. 122
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las Patriarcas y Profetas Copyright
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TABLA DE CONTENIDO CAPÍTULO 1. El
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CAPÍTULO 69. David Llevado al Tron
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"Misericordia y verdad van delante
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se llenó del orgullo de su propia
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tales ante todo el cielo. De haberl
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acerca de los designios de Dios. Cu
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CAPÍTULO 2. El Diseño Divino Por
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debía existir en esta relación. "
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El árbol del conocimiento, que est
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El nombre de Dios estaba escrito en
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mensajeros celestiales. Pero si ced
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oportunidad de aprender la verdad.
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El espíritu de auto justificación
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de juicio la sabiduría y la justic
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CAPÍTULO 4. El Plan de Redención
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y de la tierra. Pidió a la hueste
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Los crímenes aumentarían en las g
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Cuando murió Cristo, quedó asegur
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una obediencia sólo parcial. Omiti
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los impíos, y tanto más firmes se
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juzgado, y todos los que se unieron
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Pero menospreciaron a Dios, y se op
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que gozaron los hombres de aquellos
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Su obra no se limitaba a los descen
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la fe Enoc fue traspuesto para no v
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provisto de cuanto podía agradar a
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participar del mismo espíritu, res
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endurecido tanto, al rechazar obsti
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Otros se asieron del arca hasta que
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fe en Cristo, se les ofrece perdón
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CAPÍTULO 8. El Diluvio Pasado LAS
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peces del mar: en vuestra mano son
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incandescentes fundidas arrojadas e
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alegan que en la misma tierra se en
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Con labios trémulos contestó: "He
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prepararlo para la gran obra a la c
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CAPÍTULO 23. Las Plagas de Egipto
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trataron de sostener la desfallecie
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mediante la magia. Estaba más all
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de ellas." Estas moscas eran grande
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misericordia, y todavía seguir sie
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que quedaba. Faraón hizo venir inm
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CAPÍTULO 24. La Pascua CUANDO se p
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En esa forma también se representa
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Jehová, ni tampoco dejaré ir a Is
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no habrían vacilado en hacerles la
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porque ¿no los había dirigido al
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Al libertar nuestras almas de la es
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CAPÍTULO 26 Del Mar Rojo al Sinaí
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de su incredulidad y murmuración,
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seis días lo recogeréis; mas el s
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La sed llevó al pueblo a tentar a
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sobre mil, sobre ciento, sobre cinc
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CAPÍTULO 27 La Ley Dada a Israel P
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Se prohibe al hombre dar a cualquie
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desecha la legítima autoridad de s
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de ser puesto en libertad. El robo
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Y como habían de permanecer ausent
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CAPÍTULO 28. La Idolatría en el S
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Habían pasado sólo unos pocos dí
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pacto con Dios, así también Dios
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Los hombres deben precaverse de có
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acompañaría más en su peregrinaj
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esplandecía con una luz deslumbran
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los castigos del Señor, los habita
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habían perdido en alto grado el co
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autoridad del hijo mayor. Moisés i
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corriente de fuego que fundirá los
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CAPÍTULO 30. El Tabernáculo y sus
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El santo tabernáculo estaba coloca
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se apartó a la tribu de Leví para
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para simbolizar la consagración di
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arrepentido al santuario. Tal era l
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(Heb. 9: 24.) Como el ministerio de
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Les había permitido seguir sus pro
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cual tenéis de Dios, y que no sois
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y dados de una manera específica,
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terrible gloria del Sinaí, Cristo
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Dijo Rahab: "Oyendo esto, ha desmay
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de su propio corazón, y no compren
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CAPÍTULO 33. Del Sinaí a Cades LA
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y huyan de tu presencia los que te
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habían sido frecuentes durante el
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confianza en ellos como hombres esc
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lo había hecho antes. Si Aarón se
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CAPÍTULO 34. Los Doce Espías ONCE
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A esto siguió pronto la rebelión
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cometido un error fatal cuyas 413 c
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Los cananeos se habían establecido
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pruebas de cuánto había desagrada
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a sí. (Véase Números 16.) La pru
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ebelión. Al pueblo que se había d
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puerta a la envidia y la lucha por
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CAPÍTULO 36. En el Desierto DURANT
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habían moldeado sus hábitos y sus
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CAPÍTULO 37. La Roca Herida DE LA
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Y esta invitación se repite en las
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antes de pedir a Dios que hiciera l
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evelado su gloria, y por su interme
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o incredulidad, a fin de privarlos
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ochenta y tres años, Dios le habí
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casi cuarenta años antes. Consider
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once tenla por objeto enseñar una
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CAPÍTULO 39. La Conquista de Basá
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Los habitantes de esa tierra, desce
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CAPÍTULO 40. Balaam CUANDO regresa
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los mensajeros que se quedaran, par
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sufrimientos y la muerte no solamen
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inmortalidad. Vio a los redimidos r
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el cedro del Líbano se distingue p
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CAPÍTULO 41. La Apostasía a Orill
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heredad al oprobio, cuando este pr
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obligación sagrada impuesta por la
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todo lo amable, todo lo que es de b
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prometida, Dios quería presentarle
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"Guardaos no os olvidéis del pacto
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CAPÍTULO 43. La Muerte de Moisés
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el pueblo escogido de Dios. Evocó
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celestial dar en canciones de triun
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cometido el mismo pecado que hicier
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CAPÍTULO 44. El Cruce del Jordán
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Durante esa época del año, la pri
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el Jordán ante su pueblo, y sus en
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llevada por sacerdotes ataviados co
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participaban de la convicción de R
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siclos; lo cual codicié, y tomé:
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uno descubrir los pecados ocultos q
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el cual recayó la maldición, resu
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CAPÍTULO 47. La Alianza con los Ga
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servidumbre iba a atestiguar el abo
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CAPÍTULO 48. La Repetición de Can
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misericordia de Dios que le había
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sola ciudad. "Le dieron la ciudad q
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cualquier momento salía de la ciud
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un trato excesivamente severo a las
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muerte. Nunca existió el perdón i
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CAPÍTULO 50. Los Diezmos y las Ofr
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saciáis; os vestís, y no os calen
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CAPÍTULO 51. Dios Cuida de los Pob
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de dinero sin interés. Se prohibí
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Empero si no me oyereis, . : . no e
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centenares de voces: "Yo me alegré
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Sufrimos una pérdida si hacemos ca
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CAPÍTULO 53. Los Primeros Jueces D
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en los ojos de Jehová; y Jehová l
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salvar a Israel por mi mano, como l
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En medio de la noche, al toque del
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Los celos podrían muy bien haberse
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apartarse resueltamente del mal. El
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CAPÍTULO 54. Sansón EN MEDIO de l
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fielmente como sus padres, habría
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despertó. La voz acusadora de la c
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Llegaron a la tierra de Israel las
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Ana no emitió reproche alguno. Con
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El mundo rebosa de influencias corr
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CAPÍTULO 56. Elí y sus Hijos ELÍ
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en los puestos más sagrados y de m
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yo tal haga." No podía hacer en su
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Temblaba por temor de que alguna pr
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No bastaba que el arca y el santuar
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de expiación. "Entonces -dijeron l
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enviaron un mensaje a los habitante
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CAPÍTULO 58. Las Escuelas de los P
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nuestros cánticos de alabanza debi
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vida. Desarrolla los principios que
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disciplina del trabajo bien regulad
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Con el consentimiento unánime de l
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Tomaría los mejores de los siervos
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Bajo la administración de Samuel s
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El rey no había de ser un monarca
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de vosotros. Yo soy ya viejo y cano
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CAPÍTULO 60. La Presunción de Sa
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dado. El Señor había dicho por me
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determinarían su modo de proceder.
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Muchos, como Saúl, atraen sobre s
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tus olivas, no recorrerás las rama
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de sus parientes quisiera rescatarl
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CAPÍTULO 62. El Ungimiento de Davi
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saliendo como un novio de su aposen
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Dios estaba enseñando a David lecc
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Aunque Saúl había dado permiso a
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CAPÍTULO 64. David Fugitivo DESPUE
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enemistad que incitó el corazón d
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extraña, y lo experimentado por el
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logró escapar. Cometió David su p
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ephod de lino,"- les dio muerte, po
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de hacer. Mientras Saúl se abría
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cuán insensato había sido al rech
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Abigail insinuó el curso que David
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estuvo a una distancia segura del c
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para llevar a cabo esa obra; pero n
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a él sino por medio del arrepentim
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Satanás, por su poder hechicero, h
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CAPÍTULO 67. La Magia Antigua y Mo
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Y el Señor le declaró a Israel: "
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Los preceptos divinos que condenan
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Saúl. Achis se vio así obligado a
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Resolvieron dejar con vida a los ca
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ornamentos de oro. ¡Como han caíd
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Con su coronación empezaron los an
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ambición, su gran influencia y su
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CAPÍTULO 70. El Reinado de David T
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Los sacerdotes habían de cubrir el
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ecinto sagrado, se habían erigido
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Les toca preparar el camino para qu
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infligió a los aliados una derrota
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sabio y hábil. Fue entonces, mient
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Esto redundó en deshonor para el S
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ojos de Jehová." Y el Señor le di
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principios, al quedar, por su desti
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seguir incitándolo a la rebelión
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futuro obscuro y cargado de terror
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ahora, ¿iba a ser barrido todo el
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propuesto, David estaría perdido.
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osadamente le dijo: "Hoy has avergo
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La prosperidad de Israel bajo el go
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Adonía se les perdonó por el mome
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y lo recibido de tu mano te damos.
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El me llamará: Mi padre eres tú,
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este río por santo, como los hind
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que los israelitas estuvieron en Eg
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"Este [Moisés] es aquél que estuv
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desapareció, Dios no ha delegado s
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