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EL HORROR COMO ROSTRO DE LA <strong>VIOLENCIA</strong> CONTEMPORÁNEA<br />
La masacre continúa hasta el 21 de Febrero, donde son asesinados cinco hombres<br />
encontrados por los caminos que tomaron los paramilitares al salir del pueblo.<br />
En el caso recién expuesto es posible identificar –a nuestro juicio– aspectos<br />
propios de la violencia contemporánea si seguimos las reflexiones desarrolladas<br />
por Cavarero. Más allá de la física del terror que genera la huida de los pobladores<br />
de El Salado ante la inminencia de la muerte, salta ante nuestra vista la<br />
asimetría propia de la violencia narrada. Más allá de los enfrentamientos ocurridos<br />
entre la guerrilla y los paramilitares, la llegada al pueblo de este último<br />
grupo trajo como consecuencia poner en el ojo del huracán a la población civil.<br />
Fue el inerme, el sometido a tortura, no el soldado, no el militar entrenado,<br />
no el guerrillero. Incapaz de defenderse, de reaccionar ante la brutalidad de<br />
los actos acontecidos, el individuo receptor de la violencia de los paramilitares<br />
debió esperar –en agonía– el golpe que acabara el calvario. Así las cosas, el<br />
conflicto interno colombiano, más allá de las cifras abrumadoras que exponen<br />
la cantidad de civiles asesinados a causa de la guerra, pone de relieve la tortura<br />
que acompaña a las masacres que ocurren. El inerme sufre cuando las cuerdas<br />
tiran de su cuello, cuando, antes de morir, le cortan una oreja. Masacre y tortura,<br />
aspectos propios del horrorismo, tallan la historia de lo acaecido en el municipio<br />
de los Montes de María.<br />
***<br />
Dejando de lado los acontecimientos ocurridos en El Salado, desde este<br />
momento del texto nos centraremos en la exposición del segundo caso escogido<br />
como representación de la violencia contemporánea en el conflicto<br />
armado de Colombia, a saber: «las casas de pique de Buenaventura». Buenaventura,<br />
16 localizada en la costa pacífica colombiana, es un territorio en<br />
constante disputa por los grupos armados ilegales. 17 Las Fuerzas Armadas<br />
Revolucionarias de Colombia (farc) tienen presencia en la zona rural, mientras<br />
los grupos descendientes de paramilitares «La Empresa» y «Los Urabeños»<br />
invaden la parte urbana de la ciudad. La guerra es resultado del intento de<br />
apropiación de «Los Urabeños» de los negocios criminales de la ciudad:<br />
narcotráfico y extorsión.<br />
Buenaventura tiene una población total de 392.052 habitantes, de los cuales<br />
187.542 (50% aproximadamente) son víctimas del conflicto armado, según datos<br />
del Departamento de Planeación Nacional de Colombia. En 2013, la Defensoría<br />
16. Fundación Ideas para la Paz, La crisis de Buenaventura la vive todo el Pacífico, 2014,<br />
en http://www.ideaspaz.org/publications/posts/983.<br />
17. Ángela Carrillo, Buenaventura, Colombia: Realidades brutales, Bogotá, Consejo<br />
Noruego para Refugiados, 2014.<br />
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