Reflexiones

JUEVES 25 DE ENERO
CONVERSIÓN DE SAN PABLO
1. De perseguidor a apóstol pasando por Damasco. 2. Y, si lo piensas bien, una auténtica locura. 3.
Jesús se identifica del todo con los suyos.
1. Hoy se celebra la fiesta de la Conversión del apóstol san Pablo, haciendo memoria y agradeciendo
a Dios aquel encuentro camino de Damasco en que tocó el corazón de Saulo para que de perseguidor
pasara a discípulo y apóstol. Es un acontecimiento, aquel del camino de Damasco, de gran importancia
para la historia de la Iglesia y, desde luego, para las primeras comunidades cristianas; te da fe de ello el
hecho de que aparece narrado tres veces en el libro de los Hechos de los Apóstoles, la primera lectura
de la misa te presenta una de estas narraciones, la que hace el mismo san Pablo cuando da testimonio ante
los judíos en Jerusalén. En su alocución, después de reconocerse abiertamente como un feroz perseguidor
de los discípulos de Jesús, resume lo sucedido entonces: Yendo de camino, cerca ya de Damasco, hacia
mediodía, de repente una gran luz del cielo me envolvió con su resplandor; caí por tierra y oí una voz
que me decía: «Saúl, Saúl, ¿por qué me persigues?». Yo pregunté: «¿Quién eres, Señor?». Y me dijo:
«Yo soy Jesús el Nazareno a quien tú persigues» (…). Yo le pregunté: «¿Qué debo hacer, Señor?». El
Señor me respondió: «Levántate, continúa el camino hasta Damasco, y allí te dirán todo lo que está
determinado que hagas» (Hch 22, 6-11). Después en Damasco le será devuelta la vista, que perdió en el
encuentro con Jesús, recibirá el Bautismo y le será revelado que ha sido elegido por Dios para predicar a
las gentes el mismo evangelio que antes perseguía.
Date cuenta de que, como dice el Papa Francisco, lo sucedido a Pablo en el camino «no es
principalmente un cambio moral, sino una experiencia transformadora de la gracia de Cristo, y al mismo
tiempo la llamada a una nueva misión, la de anunciar a todos a aquel Jesús a quien antes perseguía,
hostigando a sus discípulos»13. No es un cambio de hábitos malos a otros buenos, de dejar malas
acciones para realizar otras buenas. Lo que hace el Señor con Pablo es un cambio radical, es decir, en la
raíz más profunda de su ser. Una transformación que le da la vuelta –permíteme la expresión– como a un
calcetín. El perseguidor tornado en apóstol, ¡qué locura!
2. Sí, locura, de esas locuras de Dios que a los hombres nos cuesta tanto aceptar. Porque, si piensas
detenidamente, lo que sucede en la conversión de san Pablo no sé si hay muchos más adjetivos para
calificarlo. Ahora como vemos la historia desde su final, es decir, desde la enorme figura de san Pablo y
su misión y enseñanzas al servicio de la Iglesia, pues nos cuesta entender lo difícil que debió de resultar
al principio ese cambio para los primeros cristianos. Pero no olvides que Pablo se dedicaba a meter en
la cárcel a los discípulos yendo de ciudad en ciudad con poderes de los sacerdotes para tal fin. Él estuvo