Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
historia traición de un hijo a su padre. Absalón quiso ocupar el trono de David y no dudó en volverse<br />
contra su padre haciendo estallar la guerra en el seno de Israel. Al final el ejército de David vence y<br />
Absalón resulta muerto en la batalla. Lo que todos los partidarios de David celebran como un gran triunfo<br />
es para el rey una espada que le atraviesa el alma, porque su hijo ha muerto. Da igual que fuera un<br />
traidor, no importa todo el mal que ha causado, es su hijo, lo ama, y su pérdida le llena de tristeza. Si así<br />
se conmueve el corazón de un padre humano con un hijo traidor y malvado, ¡cómo no se conmoverá el<br />
corazón de Dios con sus hijos! Que el ejemplo de David y de Jairo, que el modo de obrar de Jesús en el<br />
evangelio, que el recordatorio de la Virgen en Pontmain, que todo ello sirva para que se grabe en tu alma<br />
esta certeza tan consoladora: Dios se deja conmover por sus hijos, como un padre bueno, como el mejor<br />
de los padres.<br />
3. Una manifestación de la ternura del Corazón de Cristo que se deja conmover ante los más pequeños<br />
y los que sufren es la manera en que es capaz de mirar a cada uno personalmente a pesar de la multitud.<br />
Fíjate que en el relato de san Marcos que leemos hoy la multitud aparece varias veces, se ve cómo rodea<br />
a Jesús, incluso cómo le apretuja, según declaran los propios discípulos. Y sin embargo Él no se queda<br />
en el bulto, sino que es capaz de mirar a los ojos a aquella mujer que se había acercado llena de temor y<br />
temblor pero con la esperanza de la sanación y entablar con ella ese diálogo maravilloso. Es como si no<br />
hubiera nadie más en ese momento, como si el resto del universo no existiera, y es que en ese momento<br />
toda la atención de Cristo la tiene esa mujer, así es Él con nosotros. Él te mira –si le dejas– a los ojos y<br />
te dedicará el tiempo que sea preciso para que se curen tus heridas. No le importa que le apremien<br />
porque ha de ir con el jefe de la Sinagoga, Él sabe que tiene tiempo para todos.<br />
Otra manifestación de cómo le importamos a Jesús y cómo se conmueve con nosotros: está pendiente<br />
hasta de los detalles más nimios. Fíjate que, al devolver a sus padres a la niña una vez que la ha hecho<br />
recobrar la vida, les dice que la den de comer. Hasta de eso está pendiente Cristo, porque convendrás<br />
conmigo en que parece un asunto muy menor, y sin embargo también en Él repara Jesús. Por eso no<br />
pienses que hay nada tuyo que no le interese, nada que le sea ajeno. Todo lo tuyo, lo grande y lo pequeño,<br />
todo le importa a Jesús.<br />
EVANGELIO<br />
San Marcos 5, 21-43<br />
En aquel tiempo, Jesús atravesó de nuevo a la otra orilla, se le reunió mucha gente a su alrededor, y<br />
se quedó junto al lago. Se acercó un jefe de la sinagoga, que se llamaba Jairo, y al verlo se echó a sus<br />
pies, rogándole con insistencia: Mi niña está en las últimas; ven, pon las manos sobre ella, para que se<br />
cure y viva. Jesús se fue con él, acompañado de mucha gente que lo apretujaba. Había una mujer que<br />
padecía flujos de sangre desde hacía doce años. Muchos médicos la habían sometido a toda clase de