20.01.2018 Views

Reflexiones

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

LUNES 29 DE ENERO<br />

1. El enemigo no tiene ningún lado amable. 2. Al demonio solo le derrota el poder de Dios. 3. La<br />

fuerza de la súplica.<br />

1. No hace demasiado tiempo me contaba un muchacho acerca de una serie que seguía por una de esas<br />

plataformas de televisión. La trama era de lo más singular: una serie policíaca donde el protagonista, que<br />

ayudaba a resolver los crímenes a una inspectora de policía –la otra protagonista de la serie–, no era otro<br />

que el mismísimo diablo. Ante mi atónita mirada me continuó explicando que Lucifer se había cansado de<br />

ser el malo siempre y que había ido al mundo a ayudar a la gente para demostrar que puede cambiar. No<br />

es la primera serie o película que trata de ofrecer una visión amable del demonio, pero no te dejes<br />

confundir, tal cosa sencillamente no es posible, es pura ficción, no sé si malintencionada, pero en el<br />

mejor de los casos bobamente ingenua. Y, si no, atiende al evangelio de hoy, ahí tienes un buen ejemplo<br />

de lo que quiere el demonio para un hombre que vive sometido bajo su poder. Dice el relato de san<br />

Marcos acerca de aquel hombre poseído por un espíritu inmundo que vivía entre los sepulcros, gritando,<br />

hiriéndose a sí mismo (cfr. Mc 5, 3 ss). Así es el reinado del enemigo, solo produce daño. Dice san<br />

Pedro Crisólogo a propósito de esto: «Este es el que prometía todos los honores del reino y de la gloria:<br />

se encuentra ahora viviendo en sepulcros fétidos por la corrupción de los cadáveres»18. Se refiere a la<br />

promesa del demonio cuando tienta a Jesús en el desierto de dar toda la gloria y el poder a quien le<br />

adore. ¿Qué te dará el enemigo? Solo dolor, sufrimiento, tristeza. El demonio es muy mal pagador –no lo<br />

olvides–, exige sumisión total y ofrece a cambio el frío y el hedor de la muerte. No tiene cara amable, no<br />

hay nada bondadoso ni afable en él. Solo persigue someter a los hombres y esclavizarlos en su reino de<br />

terror.<br />

2. No es para asustar, pero no está demás que consideres bien cuán grande es el poder del enemigo,<br />

dice el evangelio de san Marcos que a aquel hombre poseído ni con cadenas podía ya nadie sujetarlo<br />

(Mc 5, 3). No hay fuerza humana capaz de someter o resistirse al poder del enemigo. Por eso, si alguna<br />

vez piensas que «controlas» –como dice el que está sometido a algún tipo de adicción, ya sea alcohol o<br />

drogas–, en relación con una falta, un pecado o un vicio que piensas menor, no tengas la menor duda de<br />

que el único que controla es el enemigo. Él sí te controla a través de esos cepos y cadenas que no puedes<br />

romper. No olvides nunca que él no pacta, solo somete, sojuzga, encadena.<br />

Pero, como te decía hace un momento, no se trata de ceder al miedo, sino de comprender que el poder<br />

del enemigo, que en nuestra vida se manifiesta en el pecado, es algo muy serio, muy real, que además<br />

excede nuestras solas fuerzas. Por eso llénate de alegría cuando escuchas decir a Jesús, con voz enérgica:<br />

«Espíritu inmundo, sal de este hombre» (Mc 5, 8). Solo la autoridad y el poder de Dios es capaz de

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!