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Reflexiones

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es un mero ejercicio intelectual, sino que implica nuestra salvación. Pues, como afirmaba con rotundidad<br />

san Gregorio de Nacianzo: «lo que no fue asumido no fue curado». Si Jesucristo no ha hecho suyo todo lo<br />

humano, entonces algo quedó fuera de la salvación que nos alcanzó con su entrega en la cruz.<br />

«Lo que no fue asumido no fue curado», piénsalo en positivo: todo lo asumido por Cristo es redimido<br />

por Él. Jesús por la encarnación se ha unido íntimamente a ti, ha hecho todo lo tuyo suyo, nada se escapa,<br />

nada queda fuera. No hay ninguna situación, ninguna experiencia, nada que no puedas encontrar en Jesús.<br />

Por eso Él te comprende como nadie puede hacerlo y por eso puedes acudir siempre a Él con la<br />

confianza de saber que te va a acoger amorosamente. Ve siempre a Jesús, ve al niño nacido en Belén.<br />

Nunca es un extraño para ti, ni tú para Él.<br />

3. Antes te decía de pasada que tanto Arrio como Apolinar buscaban, con su manera de entender la<br />

encarnación, sintonizar mejor con el pensamiento dominante en su época, de modo que la fe cristiana<br />

fuera más fácil de aceptar por los hombres de su tiempo. Por eso no es de extrañar que, sobre todo Arrio,<br />

gozara de gran popularidad este intento. Si a esto añadimos que el emperador vio en las tesis arrianas una<br />

manera de fortalecer la unidad del imperio, se entiende la dificultad tan enorme que suponía enfrentarse a<br />

ellas. Además de más fácilmente asumibles por la gente, eran lo políticamente correcto.<br />

También hoy es difícil enfrentarse a lo políticamente correcto y la tentación de amoldarse al<br />

pensamiento dominante está tan presente entre nosotros como lo estaba en tiempos de Arrio y de los<br />

capadocios. No es quizá hoy la divinidad de Jesús lo que centra la discusión, sino otras cuestiones más<br />

relacionadas con el hombre, su dignidad y naturaleza, el matrimonio, la sexualidad… La presión por<br />

acomodar lo que nos dice la fe sobre estas cuestiones a lo políticamente correcto es ciertamente grande.<br />

Es posible que la hayas experimentado en primera persona y que interiormente te veas a veces en la<br />

tentación de ceder diciéndote que en el fondo tampoco es ta importante, que da igual. Mira entonces el<br />

ejemplo de estos dos amigos, Basilio y Gregorio, y pídele a Dios que te dé esa fortaleza que tuvieron<br />

ellos. Y te conceda entender también, como lo hicieron ellos, que, cuando se trata de la verdad de Dios y<br />

de la verdad del hombre, nada es pequeño, todo es importante. No permitas que la tiranía de lo<br />

políticamente correcto te amedrente, tienes de tu lado la verdad y, sobre todo, a Jesucristo mismo.<br />

EVANGELIO<br />

San Juan 1, 19-28<br />

Este fue el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron desde Jerusalén sacerdotes y levitas a Juan<br />

a que le preguntaran: –«¿Tú quién eres?». Él confesó sin reservas: –«Yo no soy el Mesías». Le<br />

preguntaron: –«¿Entonces, qué? ¿Eres tú Elías?». Él dijo: –«No lo soy». –«¿Eres tú el Profeta?».<br />

Respondió: –«No». Y le dijeron: –«¿Quién eres? Para que podamos dar una respuesta a los que nos han<br />

enviado, ¿qué dices de ti mismo?». Él contestó: –«Yo soy la voz que grita en el desierto: “Allanad el

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