La Sirena Varada: Año II, Número 12
El duodécimo número de "La Sirena Varada: Revista literaria"
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esperaríamos muy tranquilos cerca de<br />
aquella fuente si tú nos explicaras tu plan.<br />
—Si eso reestablece los lazos de confianza<br />
en la tripulación, me parece bien.<br />
Lo que pretendo hacer es adquirir los<br />
servicios de M.E.S.S.I.A.S. en el paquete<br />
que incluye el uso de «El Plateado»,<br />
cuando el aparato esté incrustado en<br />
mi cuerpo utilizaré mis misiles para<br />
perforar una pared y abandonar la torre,<br />
mientras huyo arrojaré algunas<br />
imitaciones que tengo preadquiridas<br />
hacia ustedes, nos separaremos para<br />
distraer a los equipos de vigilancia y<br />
nos reuniremos en la nave, donde partiremos<br />
inmediatamente a algún lugar<br />
seguro donde no puedan seguirnos.<br />
—Es un plan terrible —dijo Úrsula.<br />
—Lo siento, amigo, pero no creo que<br />
eso pueda funcionar —añadió Pohl.<br />
—Pues a mí me parece un plan sumamente<br />
lógico.<br />
—Mira, ya sé que soy nuevo en esto,<br />
pero no podemos huir —Pohl señaló las<br />
aglomeraciones en las puertas—. ¿Viste<br />
el tráfico de entrada y salida que hay<br />
para entrar al planeta? ¿O el embotellamiento<br />
masivo a la entrada del templo?<br />
—Además, uno de los miembros del<br />
equipo de vigilancia ha estado parado<br />
junto a ti mientras explicabas tu plan —el<br />
amable agente le sonrió a Úrsula y mostró<br />
la placa al robot.<br />
—J.U.A.N., se me envía para informarle que<br />
M.E.S.S.I.A.S. desea hablar con usted —dijo<br />
el guardia, con un acento risueño, probablemente<br />
las conspiraciones para robar «El Plateado»<br />
fueran algo común en su trabajo.<br />
El guardia de seguridad tomó al fuertemente<br />
armado robot del brazo y lo<br />
condujo hacia la torre que almacenaba<br />
al mítico robot sexual.<br />
Con los planes temporalmente interrumpidos,<br />
Pohl y Úrsula decidieron que,