15.11.2018 Views

La Sirena Varada: Año II, Número 12

El duodécimo número de "La Sirena Varada: Revista literaria"

El duodécimo número de "La Sirena Varada: Revista literaria"

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

do, que sí, que era un tonto, y que iba a<br />

aceptar lo que ella dispusiera. «Es imposible<br />

hacer entrar en razones a una<br />

mujer enamorada», pensó él mientras<br />

abrazaba a su mamá. No había una<br />

sola lágrima en sus mejillas, pero estaba<br />

inundado por dentro.<br />

6<br />

Durante los primeros meses, los temores<br />

de Leonardo resultaron baldíos, a<br />

tal punto que dejó de padecer aquella<br />

horrible pesadilla. Entonces, una mañana,<br />

unas voces lo despertaron. Había<br />

varios policías en la sala, no pocos<br />

civiles y unas personas enguantadas<br />

que salieron del baño con una camilla<br />

en la que llevaban una bolsa negra. Un<br />

agente se percató del niño.<br />

—¡Hola! —le dijo y le acarició la despeinada<br />

cabeza—. Quedate conmigo un ratito<br />

hasta que tu papá pueda venir con vos.<br />

Leonardo quería decirle que ese<br />

hombre no era su verdadero padre,<br />

pero las palabras se le habían hecho<br />

un nudo en la garganta.<br />

7<br />

Dijeron que fue un accidente; que se<br />

había resbalado en la bañera; que ahora<br />

estaba a cargo de su padrastro. Pero lo único<br />

que Leonardo sabía con certeza era que<br />

no había sido un accidente, ya que el día de<br />

la tragedia, cuando Ángel sollozaba con el<br />

rostro escondido entre las rodillas, por un<br />

instante, éste levantó la cabeza y dejó ver,<br />

inconscientemente, cómo detrás de sus lágrimas<br />

los ojos le ardían como ascuas.<br />

32

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!