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Technical and tactical analysis 55
elevado comparado con otras competiciones
(p. ej. la Liga de Campeones de la UEFA, en
la cual se suele anotar solo un 2-3 % de goles
de tales situaciones). Además, en Brasil 2014
se registraron 32 goles de cabeza (19 %),
comparados con 26 en Sudáfrica 2010, 18 de
los 32 a balón parado, lo cual demuestra
igualmente las grandes dotes cabeceadoras de
los jugadores.
La importancia de situaciones a balón parado
ha aumentado enormemente y todas las
selecciones utilizaron esta estrategia como
una valiosa arma ofensiva en su juego.
Los equipos que defendían intentaban evitar
todo tipo de tiro libre cercano a su área de
rigor, ya que eran plenamente conscientes de
su peligrosidad.
El aerosol evanescente ayudó igualmente a
evitar posibles discusiones, interrupciones
o incorrecciones durante la ejecución de las
faltas.
Los guardametas
Si bien Brasil 2014 se caracterizó por el
gran promedio de goles anotados, la
labor de los porteros fue extraordinaria.
En la actualidad, existen nuevos patrones
y tipologías de porteros resultado de una
nueva forma de entrenamiento y desarrollo.
No solo su actuación fue excelente al evitar
oportunidades de gol, sino especialmente al
contribuir en el armado de su escuadra, ya que
ayudaron a sus defensores a crear líneas de
pase cuando se hallaban bajo presión.
El guardameta moderno actúa como un
jugador de campo más y es el punto de
partida de numerosas jugadas de ataque con
precisos pases cortos y largos desde la defensa.
Sabe interpretar el juego con claridad y está
preparado para intervenir fuera del área con la
finalidad de interceptar un ataque adversario.
Los ejemplos destacados de esta nueva
generación de porteros fueron Neuer
(Alemania, 1), Navas (Costa Rica, 1), Ospina
(Colombia, 1), Bravo (Chile, 1), Benaglio (Suiza,
1), Ochoa (México, 13) y Mbolhi (Argelia, 23).
La importancia de los últimos 15/30
minutos
Se anotaron 106 goles (de 171) o, lo que es lo
mismo, casi dos tercios en el segundo tiempo
de los encuentros o en las prórrogas.
Ochenta y dos de ellos cayeron en los
últimos 30 minutos (33 goles entre el
minuto 61 y 75, y 41 entre el minuto 76
y 90) o en el alargue (8 goles), cuando la
condición física comenzaba a mermar a
muchos equipos. Se asumían más riesgos,
las líneas estaban más separadas y se iba al
ataque con todo, con lo que se subrayaban
dos elementos:
- Las exigencias físicas impuestas a los
jugadores
- La actitud ofensiva de todos los equipos
hasta el pitido final
Fue una clarísima prueba de que la
condición física representó un elemento
clave en el presente torneo y solo aquéllos
que se prepararon adecuadamente
respondieron a las expectativas.
Dirección técnica y sustituciones
Rara vez resultaron tan importantes las
sustituciones como en el presente Mundial.
Los suplentes anotaron 32 tantos (19 %)
—comparados con 15 en Sudáfrica 2010—,
a veces incluso instantes después de su
incorporación al terreno de juego (p. ej.
Klose, 2 minutos después de pisar la cancha
contra Ghana). Bélgica y Holanda destacan
especialmente en este aspecto, con
cuatro goles por equipo tras realizar las
sustituciones. Depay (Holanda, 21) marcó
incluso en dos encuentros diferentes tras
ingresar al campo en calidad de suplente.
El antiguo récord fue establecido en
Alemania 2006 con 23 goles. La nueva
plusmarca dice mucho de la calidad de los
entrenadores, quienes sabían exactamente
lo que era necesario hacer para decidir un
encuentro; pero es igualmente elocuente en
lo tocante a la calidad de los jugadores en el
banquillo. Asimismo, se requería un sistema
de juego que permitiera a los sustitutos
entrar en el partido inmediatamente.
Otros motivos que explican el éxito de
dicha táctica fueron la actitud de los
jugadores al aceptar su papel de reserva y
estar dispuestos a participar en cualquier
momento, así como la habilidad de los
entrenadores a la hora de mantener
un buen estado anímico durante la
concentración del equipo.