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Trends 69
de los futbolistas que el entrenador tiene a su
disposición y del despliegue táctico del equipo.
El tipo de transición más habitual consiste en
colocar a un jugador rápido que, con el balón
controlado, llegue hasta la línea defensiva adversaria
y que, una vez en sus inmediaciones, dé
dos o tres pases rápidos o introduzca un balón
en largo a la espalda de la zaga.
En los primeros partidos del torneo, fueron
muchos los goles anotados de contraataque
tras una rápida transición. Del total de 136
goles marcados en la fase de grupos, se consiguieron
de este modo 25 tantos. Selecciones
sudamericanas (en especial, Chile y Colombia)
y africanas (Argelia, Ghana o Nigeria) desplegaron
con asiduidad rápidas contras.
Interpretación flexible de los esquemas
tácticos
Otro de los factores determinantes, característico
de los equipos que llegaron más lejos,
fue la interpretación flexible de la disposición
táctica del equipo, según la cual los jugadores
debían ocupar diferentes demarcaciones
dependiendo de la situación del partido. El
dibujo configurado a partir de un determinado
once podía cambiar por completo al
entrar al campo otros jugadores, aunque el
sistema de juego desplegado seguía siendo
el mismo. Para hacerlo efectivo, el jugador
recién incorporado debe integrarse rápidamente
en el esquema del equipo, algo que se
repitió con frecuencia a lo largo del torneo (v.
el número de goles anotados por suplentes).
Las selecciones que llegaron más lejos contaban
con excelentes jugadores en el banquillo
de diferentes características, y el entrenador
incorporaba a unos o a otros según la situación
del partido.
Asumir riesgos
Las selecciones participantes decidieron arriesgarse
para conseguir la victoria. Sus esfuerzos
por marcar fueron más importantes que la
protección de su retaguardia.
También se pudo constatar que los equipos
que llegaron más lejos no tuvieron inconveniente
es descomponer un tanto sus líneas por
breves momentos, lo cual les sirvió para salir
más recompensados que aquellos preocupados
férreamente por no perder la compostura.
La mayoría de las selecciones, por no decir