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Dossiê Experimentações Urbanascomo a la izquier<strong>da</strong> de Allende, “tocando cacerolas y protagonizandodesde su anonimato público, tímidos destellos, balbuceantes discursosque irían conformando su historia minoritaria en pos de la legalización”.El sentido de las crónicas es construir el trayecto que va del surgimientodel si<strong>da</strong>, la posición que toman los/las travestis ante ella y la evoluciónposterior de la enferme<strong>da</strong>d, cuando de algún modo se institucionaliza. Lostravestis asumen en sus cuerpos, como parte de un proceso de liberación, laenferme<strong>da</strong>d; esto tiene que ver con la economía ya que hay una articulaciónentre libertad sexual, uso libre del cuerpo para crear una economía y unaposición ante la enferme<strong>da</strong>d que se <strong>da</strong> de una manera particular en Chilecomo país latinoamericano. El libro atraviesa el período que va de los setentaal fin de siglo y desde el surgimiento de la enferme<strong>da</strong>d hasta el momentoen el que la medicina la controla.El cronorelato donde el tiempo cambia las condiciones económicas delcuerpo comienza en pasado cuando dice que“otros delirios enriquecíanbarrocamente el discurso de las homosexuali<strong>da</strong>des latinoamericanas. To<strong>da</strong>víala marica<strong>da</strong> chilena tejía futuro, soñaba despierta con su emancipación juntoa otras causas. El ‘hombre homosexual’ o ‘mister gay’, era una construcciónde potencia narcisa que no cabía en el espejo desnutrido de nuestras locas”.La foto es el retrato de ese grupo de travestis entre las que se destacan laPalma, la Pilola Alessandri y la Chumila, adorna<strong>da</strong>s con un visón en la nochedel año nuevo que va del 72 al 73. Después, desde allí, relata que “los añosse despeñaron como derrumbe de troncos que sepultaron la fiesta nacional”.Hasta que “el tufo mortuorio de la dictadura fue un adelanto del si<strong>da</strong>, quehizo su estreno a comienzos de los ochenta”. Luego la crítica llega hastael presente, “la democracia fue recuperando las terrazas y los patios,donde ya no que<strong>da</strong>n las esculturas que donaron los artistas de la Uni<strong>da</strong>dPopular. También los enormes auditórium y salas de conferencias dondehoy se realizan foros y seminarios sobre homosexuali<strong>da</strong>d, si<strong>da</strong>, utopíasy tolerancias.”El espacio local: la calle su<strong>da</strong>caAl focalizarse en las zonas periféricas, en los barrios marginales, las crónicashacen aparecer la calle su<strong>da</strong>ca y los personajes que la pueblan, la marica<strong>da</strong>aventurera; construyen un lugar, un tiempo y unos personajes. Las escriturasurbanas diseñan las calles su<strong>da</strong>cas mientras que las grafías corpóreasmuestran al homosexual aventurero, el habitante que las altera con “lapulsión dionisíaca de su deseo”. En las crónicas hay una posición políticaindisoluble de una poética. Las figuras de “testificar los recorridos”, “redoblarel imaginario”, “duplicarse en el rito paseante” y las otras de transformación,como “devenir gesto”, “devenir beso”, “devenir aletear de pestaña”, hastala posibili<strong>da</strong>d de crear una ciu<strong>da</strong>d imaginaria, <strong>da</strong> la idea de movimiento, delcronista que testifica, redobla y duplica creando con el lenguaje, la ciu<strong>da</strong>d.Esta poética trama la construcción de una escritura como un acontecimientoque reubica y libera una zona de la ciu<strong>da</strong>d, el arrabal, de otros géneros devi<strong>da</strong> y escritura.¿Qué significa referirse a la pulsión dionisíaca del deseo? Es leer desdeNietzche a Deleuze la transformación y crítica a un concepto del psicoanálisis,constituyendo una nueva ética de la pulsión, la energía constitutiva delsujeto humano. ¿Qué quiere decir que la ciu<strong>da</strong>d redobla su imaginario civilen el culebreo alocado que hurga en los rincones del deseo proscripto?Que se puede pensar, como lo propone Foucault, alrededor de una nuevacivili<strong>da</strong>d que aleja<strong>da</strong> de la prescriptiva de la ley de derecho constituido pue<strong>da</strong>alojar la utopía de una nueva ley natural. ¿Y qué quiere decir finalmente quela ciu<strong>da</strong>d estática se duplica móvil en la voltereta cola del ritmo paseanteque al homosexual aventurero convoca? Aquí apunta a un problema devisión urbana: hay una ciu<strong>da</strong>d que el urbanista puede ver, en reali<strong>da</strong>d laúnica que siempre vio, y otra, que al estar en un pliegue, se duplica, o queél duplica, que está invisibiliza<strong>da</strong> y que quiere hacer ver.Vimos aparecer una ciu<strong>da</strong>d a principios del siglo pasado en los apuntescallejeros girondianos cuando el poeta vanguardista necesitó poner en~ 6.2 | 2007~ 19

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