SELVA VIDA
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JOHN H. BODLEY: LOS ASHANINKA: CUSTODIOS DE LA BIODIVERSIDAD EN LA AMAZONIA PERUANA<br />
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de vida más bajo con respecto a los nutrientes y/o niveles más altos de autoridad<br />
política o una desigualdad social que tales cambios podrían requerir. Es posible que<br />
factores culturales conectados con las ventajas humanas de la sociedad de escala<br />
doméstica estimulen a la gente a detener la producción del cultivo, la caza y la pesca<br />
a niveles bien abajo de lo que podría ser teóricamente sostenible. Las preferencias<br />
culturales por animales más grandes para cazar, por un esparcimiento máximo y una<br />
autonomía familiar parecen ser objetivos más importantes que el deseo de sostener<br />
comunidades con poblaciones más altas. Parece que la manera de vivir de las comunidades<br />
del bosque tropical ofrece a las personas de la Amazonía tal satisfacción personal<br />
que ellas eligen mantenerla y reproducirla siempre que tengan bastante libertad<br />
personal para hacer esa elección.<br />
Riqueza, opulencia y la huella ecológica de los Asháninka<br />
Las comunidades amazónicas demuestran claramente las notables ventajas de la calidad<br />
de vida de las sociedades tribales. Los comuneros han desarrollado un sistema<br />
equilibrado de subsistencia de forma equitativa. Los hombres hacen el trabajo pesado<br />
de despejar el jardín en arranques de esfuerzo estacionalmente concentrados, y las<br />
mujeres llevan a cabo la mayor parte del cultivo, la cosecha, y el procesamiento rutinario<br />
de la comida. Hombres, mujeres y niños buscan comida entre las plantas, insectos<br />
y los pequeños animales del bosque. Todos pueden contribuir a las expediciones de<br />
pesca, pero los hombres proveen la mayoría de la proteína animal diaria al cazar y<br />
pescar. La carne y el pescado son reunidos y repartidos a cada familia en la comunidad<br />
para resolver las variaciones de la productividad entre las familias. Todas estas<br />
actividades son individualmente dirigidas y todos controlan las herramientas culturales<br />
necesarias. No existen grandes desigualdades aquí, especialmente porque todos también<br />
tienen acceso a los recursos naturales que necesitan para ganarse la vida.<br />
Este sistema de producción garantiza que cada familia obtenga sus necesidades<br />
nutricionales con cargas de trabajo relativamente moderadas mientras se mantiene<br />
un equilibrio de trabajo razonable entre los sexos. El sistema también provee fuertes<br />
incentivos para mantener bajas densidades de población, pues cuando la densidad<br />
aumenta, también aumentan rápidamente las cargas de trabajo como resultado del<br />
agotamiento de los animales para cazar y de las distancias crecientes que las mujeres<br />
tienen que caminar para llegar a sus huertas.<br />
Los asháninka y los matsigenka pueden satisfacer todas sus necesidades domésticas,<br />
incluyendo la producción de comida, en cinco o siete horas diarias de trabajo<br />
productivo, y sería improbable que sus cargas de trabajo excedieran ocho horas. Esto<br />
significa que si el trabajo empieza con el amanecer ecuatorial a las 6 a.m., posiblemente<br />
uno podría pasar toda la tarde descansando en una tarima o en la hamaca.<br />
Las sumas totales de las cargas de trabajo son equilibradas según el género. Sería un